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Eclesiastés 8:10 - Versión Biblia Libre

10 Sí, he visto a gente malvada enterrada con gran honor. Solían ir al lugar santo, y fueron alabados en la misma ciudad donde hicieron su maldad. Esto es difícil de entender.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

10 Asimismo he visto a los inicuos sepultados con honra; mas los que frecuentaban el lugar santo fueron luego puestos en olvido en la ciudad donde habían actuado con rectitud. Esto también es vanidad.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 He visto que hay malvados que reciben honores en su entierro. Sin embargo, eran los mismos que frecuentaban el templo, ¡y hoy se les alaba en la misma ciudad donde cometieron sus delitos! Eso tampoco tiene sentido.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Así fue como vi que a los hombres malos se los acompañaba a su entierro desde el lugar santo, y que en la ciudad se olvidaban de todo el mal que habían hecho.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Vi también los grandes funerales de los impíos que frecuentaban el lugar santo, mientras que en la ciudad pronto eran olvidados quienes actuaron honestamente. También esto es vanidad.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Y así, he visto malvados conducidos a la tumba desde el lugar santo, celebrados y glorificados en la ciudad por cuanto habían hecho. También eso es vanidad:

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Eclesiastés 8:10
14 Referencias Cruzadas  

¿Son arrastrados como paja en el viento? ¿Viene un tornado y se los lleva?


He sido olvidado como si estuviera muerto, ignorado como una vasija rota.


Los Buenos son recordados como una bendición; pero la reputación de los malvados se pudrirá.


El problema es que no recordamos a la gente del pasado, y la gente en el futuro no recordará a los que vinieron antes.


Nadie se acuerda del sabio ni del insensato por mucho tiempo: en el futuro todo se olvidará. Tanto los sabios como los necios mueren.


En aquella ciudad vivía un hombre sabio, pero pobre. Salvó a la ciudad con su sabiduría. Pero nadie se acordó de darle las gracias ese pobre hombre.


Los vivos son conscientes de que van a morir, pero los muertos no tienen conciencia de nada. No reciben ningún otro beneficio; están olvidados.


Señor, tú eres la esperanza de Israel, cualquiera que te abandone será deshonrado. Cualquiera que te dé la espalda se desvanecerá como nombres escritos en el polvo, porque ha abandonado al Señor, la fuente de agua viva.


“Entonces el mendigo murió, y los ángeles lo llevaron con Abrahán. El hombre rico también murió y fue sepultado.


y llamaron falsos testigos para que testificaran en su contra, diciendo: “este hombre siempre está difamando el santo Templo.


Los que hacen lo recto vivirán por su fe en Dios, y si se retractan de su compromiso, no me agradaré de ellos”.


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