Biblia Todo Logo
La Biblia Online

- Anuncios -





Eclesiastés 3:5 - Versión Biblia Libre

5 Tiempo de lanzar piedras, y tiempo de recogerlas. Tiempo de abrazar, y tiempo de evitar abrazar.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

5 tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar;

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Un tiempo para esparcir piedras y un tiempo para juntar piedras. Un tiempo para abrazarse y un tiempo para apartarse.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

5 tiempo para lanzar piedras y tiempo para recogerlas; tiempo para los abrazos y tiempo para abstenerse de ellos;'

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

5 Tiempo de esparcir piedras y tiempo de juntar piedras, Tiempo de abrazar y tiempo de abstenerse de abrazar,

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Hay tiempo de esparcir piedras y tiempo de recogerlas. Hay tiempo de abrazarse y tiempo de desprenderse del abrazo.

Ver Capítulo Copiar




Eclesiastés 3:5
11 Referencias Cruzadas  

Destruyeron las ciudades, y cada soldado arrojó piedras sobre todo campo bueno hasta cubrirlo. Bloquearon todos los manantiales y cortaron todos los árboles buenos. Sólo Quir Jaréset conservaba sus murallas, pero los soldados, usando hondas, la rodearon y la atacaron también.


Luego instruyó al pueblo: “Prepárense para el tercer día, y no tengan relación íntima con una mujer”.


Tiempo de llorar, y tiempo de reír. Tiempo de llorar, y tiempo de bailar.


Tiempo de buscar, y tiempo de dejar de buscar. Tiempo de guardar, y tiempo de botar.


Reúnan a todo el pueblo: a los ancianos, a los niños, incluso a los bebés. Que el novio y la novia salgan de sus habitaciones.


De manera que no se priven el uno del otro, excepto por mutuo acuerdo, por un tiempo, por ejemplo, si quieren dedicar un tiempo a la oración. Después, vuelvan a estar juntos para que Satanás no los tiente a pecar por causa de su falta de dominio propio.


Al ponerse el sol, Josué dio la orden de bajar sus cuerpos de los árboles y arrojarlos a la cueva donde se habían escondido. Entonces los israelitas amontonaron piedras sobre la entrada de la cueva, y allí permanecen hasta el día de hoy.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos