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Daniel 3:3 - Versión Biblia Libre

3 Todos ellos llegaron a la dedicación de la estatua que Nabucodonosor había erigido y se pararon frente a ella.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

3 Fueron, pues, reunidos los sátrapas, magistrados, capitanes, oidores, tesoreros, consejeros, jueces, y todos los gobernadores de las provincias, a la dedicación de la estatua que el rey Nabucodonosor había levantado; y estaban en pie delante de la estatua que había levantado el rey Nabucodonosor.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 De modo que todas estas autoridades vinieron y se pusieron de pie ante la estatua que el rey Nabucodonosor había levantado.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Así fue, pues, como los funcionarios, prefectos, gobernadores, consejeros, tesoreros, procuradores, jueces y todos los jefes de provincia se reunieron para la inauguración de la estatua que había hecho levantar el rey Nabucodonosor.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Con lo cual fueron reunidos los sátrapas, prefectos y gobernadores, los jueces, tesoreros, consejeros, magistrados, y todos los altos funcionarios de las provincias, a la consagración de la estatua que el rey Nabucodonosor había hecho levantar, y se presentaron ante la estatua que el rey Nabucodonosor había hecho levantar.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Reuniéronse, pues, los sátrapas, prefectos, gobernadores, consejeros, tesoreros, juristas, jueces y todas las autoridades de la provincia para la dedicación de la estatua que el rey Nabucodonosor había erigido, y se pusieron ante la estatua alzada por Nabucodonosor.

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Daniel 3:3
11 Referencias Cruzadas  

Luego convocó a los gobernadores provinciales, prefectos, gobernadores locales, consejeros, tesoreros, jueces, magistrados y todos los funcionarios de las provincias para que acudieran a la dedicación de la estatua que había colocado.


Los gobernadores provinciales, los prefectos, los gobernadores locales y los consejeros del rey se reunieron en torno a ellos y vieron que el fuego no les había hecho daño. Sus cabellos no estaban chamuscados, sus ropas no estaban chamuscadas, ¡ni siquiera había olor a humo!


Entonces un heraldo anunció en voz alta: “¡Gente de todas las naciones y lenguas, prestad atención a la orden del rey!


Nadie entiende, nadie busca a Dios.


Y han acordado un solo propósito: ceder su poder y autoridad a la bestia.


“Porque Dios puso en sus mentes que hicieran lo que él quería, que tuvieran un mismo acuerdo: ceder su reino a la bestia, para que se cumplan las palabras de Dios.


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