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Daniel 12:3 - Versión Biblia Libre

3 Los sabios brillarán como el cielo; los que han enseñado a muchos el buen camino de la vida brillarán como las estrellas por los siglos de los siglos.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

3 Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Los sabios resplandecerán tan brillantes como el cielo y quienes conducen a muchos a la justicia brillarán como estrellas para siempre.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Los que tengan el conocimiento brillarán como un cielo resplandeciente, los que hayan guiado a los demás por la justicia brillarán como las estrellas por los siglos de los siglos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Entonces los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento, y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Los sabios brillarán como el resplandor del firmamento; y los que enseñaron a muchos la justicia, como las estrellas, por siempre jamás.'

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Daniel 12:3
27 Referencias Cruzadas  

Entonces aquellos que viven justamente brillarán como el sol en el reino de su padre. ¡Todo el que tiene oídos, oiga!


La vida de los que hacen el bien es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que su luz llega a plenitud del día.


Los líderes sabios del pueblo enseñarán a muchos, aunque durante un tiempo serán muertos a espada y fuego, o serán encarcelados y robados.


Algunos de los sabios serán asesinados, para que puedan ser refinados y purificados y limpiados hasta el tiempo del fin, porque el tiempo predicho aún está por venir.


El fruto de los justos es un árbol de vida. La persona sabia salva a las demás personas.


Para esta hora, ustedes ya han tenido suficiente tiempo para ser maestros, pero todavía necesitan de alguien que les enseñe los fundamentos, los principios de la palabra de Dios. ¡Es como si necesitaran volver a beber leche en lugar de comida sólida!


Juan fue como una lámpara resplandeciente, y ustedes estuvieron dispuestos a disfrutar de su luz por un tiempo.


Al segador se le paga bien y la cosecha es para vida eterna, a fin de que tanto el sembrador como el segador puedan celebrar juntos.


Por medio de la gracia que Dios me dio, yo puse el fundamento como un supervisor calificado en obras de edificación. Ahora alguien más construye sobre ese fundamento. Quien hace la construcción debe vigilar lo que esté haciendo.


Ahora bien, si hubieran asistido a mi consejo, habrían entregado mis instrucciones a mi pueblo y lo habrían hecho retroceder de su mala forma de vida, de sus malas acciones.


Este es el significado de las siete estrellas que viste en mi mano derecha, y los siete candelabros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candelabros son las siete iglesias.


Recuerden que esta es la paciencia de nuestro Señor, que nos da oportunidad para la salvación. Eso es lo que nuestro querido hermano Pablo les estaba explicando en todas sus cartas, con la sabiduría que Dios le dio.


Los dones que él dio fueron tantos que algunos pudieron ser apóstoles, otros profetas, otros evangelistas, otros pastores y otros maestros,


“Pues ¿quién es el siervo fiel y considerado? Es el que su amo pone a cargo de la familia para que provea el alimento en el momento adecuado.


Jesús respondió: “Les digo la verdad: cuando todo sea hecho de nuevo y el Hijo del hombre se siente en su trono glorioso, ustedes que me han seguido también se sentarán en tronos, y serán jueces de las doce tribus de Israel.


La iglesia de Antioquía tenía profetas y maestros: Bernabé, Simón (llamado el Negro), Lucio de Cirene, Manaén (amigo de la infancia de Herodes, el tetrarca), y Saulo.


Los sabios recibirán honra, pero los necios permanecerán en desgracia.


Después de su sufrimiento, verá los resultados y quedará satisfecho. A través de su conocimiento, mi siervo que hace lo que es correcto, enderezará a muchos, y cargará con sus pecados.


“Muchos serán purificados, limpiados y refinados, pero los malvados seguirán siendo malvados. Ninguno de los malvados entenderá, pero los sabios sí.


y los israelitas veían su rostro brillar con fuerza. Así que se ponía el velo en la cara hasta la próxima vez que fuera a hablar con el Señor.


¡Que todos tus enemigos mueran así, Señor! ¡Pero que los que te aman brillen como el sol en todo su esplendor! La tierra estuvo en paz por cuarenta años.


El Maestro no sólo era un hombre sabio, sino que también enseñaba lo que sabía a los demás. Pensaba en muchos proverbios, los estudiaba y los ordenaba.


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