Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





Daniel 10:11 - Versión Biblia Libre

11 Me dijo: “Daniel, Dios te ama mucho. Presta atención a lo que te digo. Levántate, porque he sido enviado a ti”. Cuando me dijo esto me puse de pie, temblando.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

11 Y me dijo: Daniel, varón muy amado, está atento a las palabras que te hablaré, y ponte en pie; porque a ti he sido enviado ahora. Mientras hablaba esto conmigo, me puse en pie temblando.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Entonces el hombre me dijo: «Daniel, eres muy precioso para Dios, así que presta mucha atención a lo que tengo que decirte. Ponte de pie, porque me enviaron a ti». Cuando me dijo esto, me levanté, todavía temblando.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

11 El hombre me dijo: 'Daniel, toma en serio las palabras que te digo y manténte de pie, he sido enviado hasta ti porque tú eres amado de Dios'. Cuando me hubo hablado así, pude ponerme de pie aunque seguía temblando.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

11 Y me dijo: Daniel, varón muy amado, está atento a las palabras que te hablaré, y ponte en pie, porque a ti he sido enviado ahora. Y cuando me hubo dicho esa palabra, me puse en pie temblando.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 y me dijo: 'Daniel, hombre apreciado, fíjate en las palabras que voy a decirte y ponte de pie en el lugar en que estás, pues ahora he sido enviado a ti'. Mientras me decía estas palabras, me puse de pie, temblando.

Ver Capítulo Copiar




Daniel 10:11
15 Referencias Cruzadas  

“Ante esto mi corazón tiembla, latiendo rápidamente dentro de mí.


Que el rey te desea por tu hermosura; respétalo, porque él es tu Señor.


Mi amor es mío, y yo soy la que él desea.


Aunque Noé, Daniel y Job, estos tres hombres, estuvieran presentes sus buenas vidas sólo se salvarían a sí mismos, declara el Señor Dios.


“Levántate, hijo del hombre, porque quiero hablar contigo”, me dijo.


“No tengas miedo; Dios te quiere mucho. ¡Que tengas paz! ¡Sé fuerte! Ten valor!” Mientras me hablaba, me fortalecí y dije: “Señor mío, háblame, porque me has fortalecido”.


No comía nada bueno. Ni carne ni vino pasaron por mis labios. No usé aceites perfumados hasta que pasaron esas tres semanas.


Ellas se fueron corriendo de la tumba, estaban temblando y confundidas. No le dijeron a nadie porque estaban muy asustadas.


El discípulo a quien Jesús amaba estaba sentado junto a él en la mesa, apoyado cerca de él.


Cuando Pedro se dio la vuelta, vio que el discípulo a quien Jesús amaba los seguía, el que estaba junto a Jesús durante la cena y que le preguntó, “Señor, ¿quién va a traicionarte?”


‘Pero levántate y ponte de pie. La razón por la que he aparecido ante ti es para designarte como mi siervo, para que seas mi testigo, contando a otros lo que has visto y todo lo que voy a revelarte.


“Levántate, ve a la ciudad y allí se te dirá lo que debes hacer”.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos