Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





Apocalipsis 8:7 - Versión Biblia Libre

7 Y el primer ángel hizo sonar su trompeta. Y llovía fuego y granizo mezclado con sangre sobre la tierra. Una tercera parte de la tierra se quemó, y una tercera parte de los árboles se quemó también.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

7 El primer ángel tocó la trompeta, y hubo granizo y fuego mezclados con sangre, que fueron lanzados sobre la tierra; y la tercera parte de los árboles se quemó, y se quemó toda la hierba verde.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

7 El primer ángel tocó su trompeta, y granizo y fuego mezclados con sangre fueron lanzados sobre la tierra. Se incendió la tercera parte de la tierra, y se quemó la tercera parte de los árboles y toda la hierba verde.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Tocó el primero, y se produjo granizo y fuego mezclado con sangre, que fueron lanzados sobre la tierra: se quemó la tercera parte de la tierra, la tercera parte de los árboles ardió y toda la hierba verde se abrasó.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

7 El primero tocó la trompeta, y hubo granizo y fuego° mezclados con sangre, y fueron lanzados a la tierra; y la tercera parte de la tierra fue quemada, y la tercera parte de los árboles fue quemada, y toda hierba verde fue quemada.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Tocó el primero. Hubo granizada y fuego mezclado con sangre, que fueron arrojados sobre la tierra y quedó abrasada la tercera parte de la tierra; abrasada la tercera parte de los árboles, abrasada toda la hierba verde.

Ver Capítulo Copiar




Apocalipsis 8:7
29 Referencias Cruzadas  

Hizo llover granizo sobre ellos, y relámpagos sobre todo el país.


Moisés dejó al Faraón y salió de la ciudad, y oró al Señor. Los truenos y el granizo se detuvieron, y la tormenta de lluvia terminó.


¡Cuidado, porque el Señor tiene a uno que es fuerte y poderoso! Lo va a derribar como una tormenta de granizo y un tornado, como una lluvia torrencial y una inundación abrumadora.


el Señor Todopoderoso llegará con truenos, terremotos y tremendos ruidos, con torbellinos, tormentas y llamas de fuego que lo abrasarán todo.


El Señor gritará para que todos lo oigan, y revelará su gran poder. Golpeará con su cólera y furia, con un fuego consumidor y con lluvia torrencial, tormenta y granizo.


Aunque el granizo puede destruir un bosque y una ciudad puede ser demolida,


Lo castigaré con enfermedades y derramamiento de sangre. Enviaré tormentas de lluvia, granizo, fuego y azufre sobre él y su ejército, y sobre los ejércitos de sus numerosos aliados.


Haré Milagros en los cielos y en la tierra: sangre y fuego, y columnas de humo.


Porque el sol se levanta junto al viento devastador y chamusca la hierba. Las flores se caen y su belleza muere. Del mismo modo, todo lo que el rico obtiene se marchitará.


Mientras huían de los israelitas por la ladera de Bet Jorón, el Señor les arrojó grandes piedras de granizo desde el cielo hasta Azeca. Fueron más los muertos por las piedras de granizo que los muertos por las espadas de los israelitas.


Porque: “Todas las personas son como la hierba, y su gloria es como flores del campo. La hierba se seca y las flores se marchitan.


Su cola arrastró una tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó a la tierra. El dragón se puso justo delante de la mujer que estaba dando a luz, para comerse a su hijo al nacer.


Entonces el primer ángel fue y derramó su copa sobre la tierra, y comenzaron a salir terribles y dolorosas llagas en las personas que tenían la marca de la bestia y que adoraban su imagen.


Cayó del cielo una gran tormenta de granizo sobre la gente, y cada piedra pesaba cien libras. Y la gente maldecía a Dios porque la plaga del granizo era terrible en gran manera.


Entonces miré y vi un caballo amarillo. El que lo cabalgaba se llamaba Muerte, y lo seguía el Hades. Ellos recibieron autoridad sobre una cuarta parte de la tierra para matar gente a filo de espada, con hambre, plagas y por medio de bestias salvajes.


Entonces vi cuatro ángeles que estaban en pie en las cuatro esquinas de la tierra sosteniendo los cuatro vientos, para evitar que alguno de ellos golpeara la tierra, el mar, o algún árbol.


Los cuatro ángeles que habían sido reservados especialmente para esta hora, día, mes y año fueron liberados para matar a una tercera parte de la humanidad.


Y por estas tres plagas murió una tercera parte de la humanidad, por el fuego, humo y azufre que salían de sus bocas.


Se les dijo que no hicieran daño al pasto, ni a la vegetación, ni a los árboles, solo a aquellos que no tenían el sello de Dios sobre sus frentes.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos