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Apocalipsis 6:2 - Versión Biblia Libre

2 Entonces miré y vi un caballo blanco. El que lo cabalgaba sostenía un arco. A él se le dio una corona, y se fue cabalgando, conquistando y ganando victoria.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

2 Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo, y para vencer.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Levanté la vista y vi que había un caballo blanco, y su jinete llevaba un arco, y se le colocó una corona sobre la cabeza. Salió cabalgando para ganar muchas batallas y obtener la victoria.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Apareció un caballo blanco; el que lo montaba tenía un arco, le dieron una corona y partió como vencedor y para vencer.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco, y le fue dada una corona, y salió venciendo, y para vencer.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Miré y apareció un caballo blanco. El jinete llevaba un arco; le dieron una corona y salió como vencedor y para vencer.

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Apocalipsis 6:2
22 Referencias Cruzadas  

Por la noche vi a un hombre sentado en un caballo rojo que se paró en medio de unos mirtos en un valle angosto. Detrás de él había caballos rojos, marrones y blancos, con sus jinetes.


A los que sean victoriosos los haré sentarse conmigo junto a mi trono, así como yo fui victorioso y me senté junto a mi Padre, que está en su trono.


Entonces miré y vi una nube blanca. Y sobre la nube estaba sentado uno que parecía como el Hijo de hombre, usando una corona de oro y sostenía en su mano una hoz afilada.


Entonces el segundo ángel hizo sonar su trompeta, y desde el cielo se oyeron voces gritando, y decían “El reino del mundo se han convertido en el reino de nuestro Señor, y de Cristo, y él reinará por siempre y para siempre”.


Destruirá la muerte para siempre. El Señor Dios enjugará todas las lágrimas, y en todas partes quitará la humillación sufrida por su pueblo. El Señor ha hablado.


El Señor extenderá tu poderío desde Sión; y gobernarás sobre tus enemigos.


Y harán guerra contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es el Señor de señores y Rey de reyes. Sus seguidores son llamados y escogidos, y ellos confían en él”.


Vi lo que parecía como un mar de vidrio mezclado con fuego. Y junto al mar de vidrio estaban los que habían vencido a la bestia y su imagen, y el número de su nombre. Y tenían arpas que Dios les había dado


Las naciones se enfurecieron, pero tu juicio ha venido, el tiempo en que serán juzgados los muertos. Este es el momento en que tus siervos los profetas y los creyentes recibirán su recompensa, aquellos que respetan tu autoridad, tanto los débiles como los poderosos. También es el tiempo en que destruirás a los que destruyen la tierra.


Cristo tiene que gobernar hasta que haya puesto a todos sus enemigos bajo sus pies.


Cántale al Señor una nueva canción, porque él ha hecho cosas maravillosas: ha ganado la victoria con su poderosa diestra y su brazo fuerte.


Los ejércitos del cielo le seguían, sobre caballos blancos y vestidos con lino fino, blanco y limpio.


Jesús vino donde ellos estaban y les dijo: “Se me ha entregado todo el poder del cielo y de la tierra.


Todos te temen. ¿Quién podría mantenerse en pie ante tu ira?


Las langostas parecían caballos de guerra. Usaban algo que parecía como coronas de oro sobre sus cabezas, y sus rostros eran como de humanos.


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