7 Sin embargo, el rey perdonó a Mefi-boset, hijo de Jonatán, hijo de Saúl, a causa del juramento hecho ante el Señor entre David y Jonatán, hijo de Saúl.
7 Pero el rey se compadeció de Mefi-boset ben Jonatán, hijo de Saúl, a causa del juramento que David y Jonatán ben Saúl se habían hecho en nombre de YHVH.
Jonatán, hijo de Saúl, tenía un hijo que era cojo de ambos pies. Cuando el niño tenía cinco años, llegó de Jezreel la noticia de la muerte de Saúl y Jonatán. Su nodriza lo había recogido y había salido corriendo con él para huir. Pero mientras corría, el niño se cayó y quedó cojo. Su nombre era Mefi-boset.
Tú y tus hijos y los trabajadores deben cultivar la tierra para él y traer el producto, para que el nieto de tu amo tenga comida. Pero Mefi-boset, el nieto de tu amo, comerá siempre en mi mesa”. Siba tenía quince hijos y veinte trabajadores.
Así que, por favor, trátame bien, como prometiste cuando hiciste un acuerdo conmigo ante el Señor. Si he hecho mal, ¡mátame tú mismo! ¿Por qué me llevas a tu padre para que lo haga?”
Jonatán le dijo a David: “Vete en paz, porque los dos hemos hecho un juramento solemne en nombre del Señor. Dijimos: ‘El Señor será testigo entre tú y yo, y entre mis descendientes y los tuyos para siempre’”. Entonces David se marchó, y Jonatán volvió a la ciudad.
“No temas – le dijo David – porque de verdad seré bondadoso contigo por amor a tu padre Jonatán. Te devolveré toda la tierra que poseía tu abuelo Saúl, y siempre comerás en mi mesa”.
Jonatán le dijo a David: “Te prometo por el Señor, el Dios de Israel, que mañana a esta hora o pasado mañana interrogaré a mi padre. Si las cosas se ven bien para ti, te enviaré un mensaje y te lo haré saber.
Cuando Mefi-boset, hijo de Jonatán, hijo de Saúl, se acercó a David, se inclinó hacia el suelo en señal de respeto. Entonces David dijo: “Bienvenido Mefi-boset”. “Soy tu siervo”, respondió él.