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2 Pedro 3:13 - Versión Biblia Libre

13 Pero en lo que a nosotros concierne, buscamos nuevos cielos y nueva tierra que Dios ha prometido, y donde hay justicia.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

13 Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

13 Pero nosotros esperamos con entusiasmo los cielos nuevos y la tierra nueva que él prometió, un mundo lleno de la justicia de Dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Mas nosotros esperamos, según la promesa de Dios, cielos nuevos y una tierra nueva en que reine la justicia.

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 Pero, según su promesa, esperamos nuevos cielos y nueva tierra, en los cuales mora la justicia.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 Pero esperamos, según su promesa, nuevos cielos y nueva tierra, en los que habita la justicia.

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2 Pedro 3:13
8 Referencias Cruzadas  

Todo tu pueblo será bueno, y será dueño de la tierra para siempre. Ellos son el brote que he plantado con mis manos, y revelarán mi gloria.


¡Mira! Voy a crear cielos nuevos y una tierra nueva. No se recordarán las cosas pasadas; no se le pasarán a nadie por la cabeza.


El lobo y el cordero comerán juntos. El león comerá paja como el buey. Las serpientes comerán polvo. Nada causará daño ni perjuicio en ninguna parte de mi santo monte, porque la tierra estará llena del conocimiento del Señor, así como el agua llena el mar.


Así como los cielos nuevos y la tierra nueva que yo haré durarán para siempre, también tu descendencia y tu nombre durarán para siempre, dice el Señor.


Pero la creación misma mantiene la esperanza puesta en ese momento en que será liberada de la esclavitud de la degradación y participará de la gloriosa libertad de los hijos de Dios.


Por medio de estas promesas podemos participar de la naturaleza divina, deshacernos de la corrupción que producen los deseos malos de este mundo.


Entonces vi un nuevo cielo y una nueva tierra. El primer cielo y la primera tierra habían desaparecido, y el mar ya no existía más.


Nada impuro entrará allí, ni ninguno que adore ídolos o diga mentiras, sino solo aquellos que están escritos en el libro de la vida del Cordero.


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