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1 Samuel 4:12 - Versión Biblia Libre

12 Un hombre de la tribu de Benjamín huyó aquel día de la batalla hasta Silo. Su ropa estaba rota y tenía tierra en la cabeza.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

12 Y corriendo de la batalla un hombre de Benjamín, llegó el mismo día a Silo, rotos sus vestidos y tierra sobre su cabeza;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 Un hombre de la tribu de Benjamín corrió desde el campo de batalla y, más tarde ese mismo día, llegó a Silo. Había rasgado su ropa y echado polvo sobre su cabeza en señal de dolor.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Un hombre de Benjamín se escapó y llegó ese mismo día a Silo, con la ropas hecha tiras y la cabeza cubierta de polvo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 Y aquel mismo día, cierto hombre de Benjamín corrió desde el campo de batalla hasta Silo, rasgados sus vestidos y echada tierra sobre su cabeza.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Un hombre de Benjamín salió corriendo del campo de batalla y llegó aquel mismo día a Siló con los vestidos rasgados y la cabeza cubierta de polvo.

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1 Samuel 4:12
9 Referencias Cruzadas  

Al tercer día llegó un hombre del campamento de Saúl. Sus ropas estaban rasgadas y traía polvo sobre la cabeza. Y cuando se acercó a David, se inclinó ante él y se postró en el suelo en señal de respeto.


Entonces se puso ceniza en la cabeza y se rasgó su larga túnica. Se puso las manos en la cabeza y se fue llorando a gritos.


Cuando David llegó a la cima del monte de los Olivos, donde la gente adoraba a Dios, le salió al encuentro Husai, el arquita, con el manto roto y con polvo en la cabeza.


El día veinticuatro de este mismo mes, los israelitas se reunieron, ayunando y vistiendo de cilicio, con polvo en la cabeza.


Cuando vieron a Job de lejos, apenas lo reconocieron. Prorrumpieron en fuertes lamentos, se rasgaron las vestiduras y arrojaron polvo al aire sobre sus cabezas.


entonces destruiré este Templo como lo hice con Silo, y haré de esta ciudad una palabra de maldición usada por todos en la tierra.


cuando eso ocurra, alguien que haya logrado escapar vendrá a darte la noticia.


Gritan por ti y rompen a llorar. Lloran por ti echando polvo sobre sus cabezas y revolcándose en las cenizas.


Entonces Josué rasgó sus ropas y cayó de bruces al suelo delante del Arca del Señor hasta la noche. Los ancianos hicieron lo mismo, y él y los ancianos se echaron polvo en la cabeza.


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