Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





1 Samuel 11:4 - Versión Biblia Libre

4 Cuando los mensajeros llegaron a Guibeá de Saúl y dieron el mensaje mientras el pueblo escuchaba, todos lloraron a gritos.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

4 Llegando los mensajeros a Gabaa de Saúl, dijeron estas palabras en oídos del pueblo; y todo el pueblo alzó su voz y lloró.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Cuando los mensajeros llegaron a Guibeá de Saúl y le contaron al pueblo acerca de su aprieto, todos se echaron a llorar.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Llegaron los mensajeros a Guibea de Saúl y le contaron todo el problema al pueblo: todo el pueblo lanzó una gran lamentación y se pusieron a llorar.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

4 Cuando los mensajeros llegaron a Gabaa de Saúl, dijeron estas palabras a oídos del pueblo, y todo el pueblo alzó su voz y lloró.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Llegaron los mensajeros a Guibeá de Saúl y transmitieron la propuesta a oídos del pueblo, que a voz en grito empezó a llorar.

Ver Capítulo Copiar




1 Samuel 11:4
15 Referencias Cruzadas  

“¿Acaso solo tienes una bendición, padre mío?” preguntó Esaú. “¡Por favor bendíceme a mi también!” Entonces Esaú comenzó a llorar a gritos.


haz que nos entreguen a siete de los descendientes varones de Saúl, y los colgaremos en presencia del Señor en Gabaón de Saúl, el elegido del Señor”. “Se los entregaré”, dijo el rey.


Ahiezer era su líder, luego lo fue Joás; los hijos de Semaa de Gugibeá; Jeziel y Pelet los hijos de Azmavet; Beraca; Jehú de Anatot;


Alégrense con los que estén alegres; lloren con los que lloran.


De modo que cuando una parte del cuerpo sufre, todas las demás partes sufren con ella, y cuando una parte del cuerpo es bien tratada, entonces todas las demás partes del cuerpo están felices también.


Sobrelleven unos las cargas de los otros, pues de esta manera cumplen la ley de Cristo.


Acuérdense de los que están en la cárcel, como si ustedes estuvieran presos con ellos. Acuérdense de aquellos que son maltratados, como si ustedes sufrieran físicamente con ellos.


Después de que el ángel del Señor explicó esto a todos los israelitas, el pueblo lloró a gritos.


Los israelitas fueron y clamaron ante el Señor hasta el atardecer y preguntaron: “¿Debemos ir a atacar de nuevo a los benjamitas, nuestros parientes?” “Vayan y atáquenlos”, respondió el Señor.


Entonces todos los israelitas y todo su ejército fueron a Betel y se sentaron allí a llorar ante el Señor. Ese día ayunaron hasta la noche y dieron holocaustos y ofrendas de comunión al Señor.


Los israelitas fueron a Betel y se sentaron allí ante Dios hasta el atardecer, llorando a gritos de angustia.


Saúl también regresó a su casa en Guibeá, acompañado de los guerreros a quienes Dios había convencido para que lo ayudaran.


Saúl se encontraba cerca de Guibeá, bajo un granado en Migrón. Tenía unos seiscientos hombres con él,


Samuel se fue a Ramá, y Saúl se fue a su casa en Guibeá de Saúl.


David y sus hombres lloraron a gritos hasta no poder más.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos