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1 Pedro 3:9 - Versión Biblia Libre

9 No paguen mal por mal, ni reclamen cuando otros sean abusivos, sino bendíganlos, porque a eso fueron llamados, para que puedan recibir bendiciones ustedes mismos también.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

9 no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 No paguen mal por mal. No respondan con insultos cuando la gente los insulte. Por el contrario, contesten con una bendición. A esto los ha llamado Dios, y él les concederá su bendición.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto; más bien bendigan, pues para esto han sido llamados; y de este modo recibirán la bendición.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino bendiciendo, pues para esto fuisteis llamados, para que heredarais bendición.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 no devolváis mal por mal, ni insulto por insulto, sino, al contrario, bendecid, porque para esto habéis sido llamados, para ser herederos de la bendición.

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1 Pedro 3:9
26 Referencias Cruzadas  

José dio la orden de llenar sus sacos con grano, y también de devolver el dinero que habían pagado poniéndolo también en los sacos. También ordenó que se les proveyera de comida para el viaje de vuelta a casa. Todo esto se hizo.


Si pagas con mal el bien, el mal nunca saldrá de tu casa.


No digas: “Me pagarás por este mal que me has hecho”. Déjaselo al Señor, y él te ayudará.


Los que conducen a los justos por malos caminos, caerán en sus propias trampas; pero los inocentes recibirán una buena recompensa.


Todos los que dejan su hogar, a sus hermanos, a sus hermanas, a sus padres, a sus madres, a sus hijos y sus campos por mi causa, recibirán cien veces más y recibirán la vida eterna.


Entonces el rey dirá a los de su derecha: ‘vengan ustedes, benditos de mi Padre, hereden el reino que ha sido preparado para ustedes desde el principio del mundo.


Pero yo les digo, no pongan resistencia a alguien que es malvado. Si alguien les da una bofetada, pongan la otra mejilla también.


Pero yo les digo: amen a sus enemigos y oren por los que los persiguen,


Cuando Jesús se dispuso a seguir su camino, vino un hombre y se arrodilló delante de él. “Maestro bueno, ¿qué debo hacer para asegurarme de que tendré la vida eterna?” le preguntó.


En cierta ocasión, un experto en leyes religiosas se levantó y quiso ponerle una trampa a Jesús: “Maestro”, preguntó, “¿Qué debo hacer para ganar la vida eterna?”


Uno de los líderes religiosos se acercó a Jesús y le preguntó: “Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?”


Bendigan a quienes los persiguen, bendíganlos y no los maldigan.


No paguen mal por mal. Asegúrense de demostrar a todos que lo que hacen es bueno,


Sabemos que en todas las cosas Dios obra para el bien de los que le aman, aquellos a quienes él ha llamado para formar parte de su plan.


A los que escogió también llamó, y a aquellos a quienes llamó también justificó, y a quienes justificó también glorificó.


De modo que a través de Cristo Jesús la bendición de Abraham pudo llegar también a los extranjeros, y nosotros pudimos recibir la promesa del Espíritu por nuestra fe en Dios.


Sean amables y compasivos unos con otros, perdonándose unos a otros, así como Cristo los perdonó a ustedes.


Asegúrense de que ninguno de ustedes pague mal por mal, sino traten siempre de hacer el bien unos a otros.


Recuerden que incluso quiso recibir la bendición después que le fue negada. Y aunque lo intentó, y lloró amargamente, no pudo cambiar lo que había hecho.


diciendo: “Sin duda alguna te bendeciré, y multiplicaré tus descendientes”.


Pero después de que hayan sufrido un poco, el Dios de toda gracia, que los llamó a su gloria eterna en Cristo, él mismo los restaurará, los sostendrá, los fortalecerá y les dará un fundamento sólido.


Que el Señor me impida atacar al ungido del Señor. Recoge la lanza y el cántaro de agua junto a su cabeza, y vámonos”.


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