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1 Corintios 10:10 - Versión Biblia Libre

10 No se quejen de Dios, como algunos lo hicieron, y murieron en manos del ángel destructor.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

10 Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y perecieron por el destructor.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Y no murmuren como lo hicieron algunos de ellos, y luego el ángel de la muerte los destruyó.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Tampoco se quejen contra Dios, como se quejaron muchos de ellos y fueron eliminados por el ángel exterminador.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Ni murmuréis, tal como algunos de ellos murmuraron, y perecieron° por el destructor.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Ni murmuréis, como murmuraron algunos de ellos, que murieron a manos del exterminador.

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1 Corintios 10:10
23 Referencias Cruzadas  

Pero justo cuando el ángel se disponía a destruir Jerusalén, el Señor cedió de causar semejante desastre y le dijo al ángel destructor: “Es suficiente. Ya puedes parar”. Justo en ese momento el ángel del Señor estaba junto a la era de Arauna el jebuseo.


Dios también envió un ángel para destruir Jerusalén. Pero justo cuando el ángel estaba a punto de destruirla, el Señor lo vio, y renunció a causar tal desastre. Le dijo al ángel destructor: “Es suficiente. Ya puedes parar”. Justo en ese momento el ángel del Señor estaba junto a la era de Ornán el jebuseo.


El Señor envió un ángel que aniquiló a todos los guerreros, jefes y comandantes del campamento del rey asirio. Así que regresó a su casa en desgracia. Cuando entró en el templo de su dios, algunos de sus propios hijos lo mataron con sus espadas.


Hablaban en sus tiendas sobre el Señor, y se rehusaron a obedecer lo que les había ordenado.


“Cuando el Señor pase a castigar a los egipcios, verá la sangre en la parte superior y en los lados del marco de la puerta. Pasará porencima de la puerta y no permitirá que el destructor entre en sus casas y los mate.


Entonces el pueblo se quejó a Moisés, preguntando: “¿Qué vamos a beber?”


Todos los israelitas fueron y se quejaron a Moisés y Aarón, diciéndoles: “¡Ojalá hubiéramos muerto en Egipto, o aquí en este desierto!


los hombres que dieron el mal informe murieron ante el Señor de la peste.


Así que en realidad tú y los que se han unido a ti están luchando contra el Señor, porque ¿quién es Aarón para que murmurencontra él?”


Al día siguiente todos los israelitas se quejaron a Moisés y Aarón, diciendo: “¡Han matado al pueblo del Señor!”


El Señor le dijo a Moisés: “Pon el bastón de Aarón de nuevo delante del Testimonio, para que lo guardes allí como un recordatorio para advertir a cualquiera que quiera rebelarse, para que dejen de quejarse contra mí. De lo contrario, morirán”.


El bastón que pertenece al hombre que yo elija brotará ramas, y pondré fin a las constantes quejas de los israelitas contra ti”.


De inmediato el ángel del Señor lo derribó, porque no le dio la gloria a Dios. Y fue consumido por los gusanos y murió.


Hagan todo sin quejarse o discutir


Por fe en Dios, Moisés observó la Pascua y la aspersión de la sangre en los dinteles, para que el ángel destructor no tocara a los israelitas.


Tales personas son gruñonas, que siempre están quejándose. Siguen sus propios deseos malos, y hablan con jactancia de sí mismos, y halagan a otros para lograr sus propios fines.


Entonces escuché una gran voz que venía desde el Templo, y que decía a los siete ángeles: “Vayan y derramen las siete copas del juicio de Dios sobre la tierra”.


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