Mateo 26:46 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

⁴⁶ ¡Levántense y vámonos!, ya se acerca el que me entrega.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

⁴⁶ Levantaos, vamos; ved, se acerca el que me entrega.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁴⁶ Levántense, vamos. ¡Miren, el que me traiciona ya está aquí!».

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁴⁶ ¡Levántense, vamos! El traidor está a punto de llegar.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁴⁶ Levantaos,° vamos; he aquí se acerca el que me entrega.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁴⁶ Levantaos, vamos; ya se acerca el que me va a entregar'.

Mateo 26:46 Referencias Cruzadas

Mateo 26:45

Entonces regresó a los discípulos y les dijo: – ¿Siguen durmiendo y descansando?; miren, se ha acercado la hora, y el Hijo del Hombre será entregado en manos de pecadores.

Mateo 26:47

Mientras Jesús estaba hablando, se acercó Judas, uno de los doce y con él vino mucha gente con espadas y garrotes. Ellos venían de parte de los sacerdotes jefes y de los líderes religiosos del pueblo.

Marcos 14:42

¡Levántense, vamos! El traidor se acerca.

Lucas 12:50

Pero primero tengo que pasar por un bautismo, la prueba de la muerte y de la sepultura, tendré que sumergirme para después ser levantado, y vivo esta angustia hasta que se cumpla ese momento.

Lucas 22:15

y les dijo: – ¡Cuánto he deseado comer esta Pascua con ustedes antes de sufrir mi muerte!

Lucas 22:21

Jesús añadió: – Miren, la persona que me va a entregar está sentada conmigo a la mesa.

Lucas 9:51

Cuando se iban cumpliendo los días en que Jesús tendría que consumar su misión en la cruz, decididamente emprendió su viaje hacia Jerusalén.

Juan 14:31

pero, con el objetivo de que el mundo conozca que amo sacrificialmente al Padre, lo que Él me mandó, yo obedezco. ¡Levántense, vámonos de aquí!

Juan 21:20

Volviéndose Pedro, vio al discípulo amado que lo seguía, el mismo que puso su cabeza en el hombro de Jesús, y el que le había preguntado a Jesús: – ¿Señor, quién es el que te va a entregar?

Hechos 21:13

Pero él nos contestó: – ¿Por qué lloran? ¿Por qué me parten el corazón? Por el nombre del Señor Jesús estoy dispuesto no solo a ser atado, sino también a morir en Jerusalén.