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Juan 13:2 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

2 Antes de llegar la hora de la cena, el diablo ya había hecho que Judas Iscariote se decidiera a traicionar a Jesús.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

2 Y cuando cenaban, como el diablo ya había puesto en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, que le entregase,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Era la hora de cenar, y el diablo ya había incitado a Judas, hijo de Simón Iscariote, para que traicionara a Jesús.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Estaban comiendo la cena y el diablo ya había depositado en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, el propósito de entregarle.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Y durante la cena, cuando el diablo ya había puesto en el corazón de Judas, hijo° de Simón Iscariote, que lo entregara,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Durante la cena, cuando ya el diablo había metido en el corazón de Judas Iscariote, el de Simón, la idea de entregarlo,

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Juan 13:2
14 Referencias Cruzadas  

«Bendito sea el Señor, Dios de nuestros antepasados, que colocó en el corazón del rey el deseo de embellecer el templo del Señor en Jerusalén.


Simón, miembro de los zelotes, y Judas Iscariote, el que más tarde lo traicionó.


Entonces entró Satanás en Judas, uno de los doce, al que llamaban Iscariote.


»Simón, Simón, date cuenta de que Satanás ha pedido zarandearlos a ustedes como si fueran trigo;


Jesús sabía quién lo iba a traicionar, y por eso dijo que no todos estaban limpios.


así que se levantó de la mesa, se quitó el manto y se ató una toalla a la cintura.


―Ananías —lo reprendió Pedro—, ¿por qué has permitido que Satanás te llene el corazón? ¿Por qué dices que este es el importe total de la venta? Le estás mintiendo al Espíritu Santo.


Doy gracias a Dios porque ha dado a Tito el mismo interés sincero en ustedes que tengo yo.


Nosotros mismos éramos así: obedecíamos los malos deseos de nuestra naturaleza y nos entregábamos a las perversidades de nuestras pasiones y malos pensamientos. Merecíamos ser castigados por la ira de Dios, como todos los demás.


Entonces Dios les hará concebir un plan con el que se cumplirán los propósitos divinos: por acuerdo mutuo entregarán a la bestia la autoridad que poseen para gobernar, hasta que se cumplan las palabras de Dios.


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