Juan 11:39 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

³⁹ Jesús ordenó: ―Quiten la piedra. Marta, la hermana del muerto, respondió: ―Señor, ya debe oler mal, pues hace cuatro días que murió.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

³⁹ Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³⁹ «Corran la piedra a un lado», les dijo Jesús. Entonces Marta, la hermana del muerto, protestó: —Señor, hace cuatro días que murió. Debe haber un olor espantoso.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³⁹ Jesús ordenó: 'Quiten la piedra. Marta, hermana del muerto, le dijo: 'Señor, ya tiene mal olor, pues lleva cuatro días.

La Biblia Textual 3a Edicion

³⁹ Jesús dice: Quitad la piedra. Le dice Marta, la hermana del que había muerto: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³⁹ Dice Jesús: 'Quitad la losa'. Marta, la hermana del difunto, le dice: 'Señor, ya hiede, pues lleva cuatro días'.

Juan 11:39 Referencias Cruzadas

Génesis 23:4

―Aunque soy un extranjero entre ustedes, les suplico que me vendan un sepulcro en el cual pueda sepultar a mi esposa.

Génesis 3:19

Para obtener tu alimento tendrás que trabajar mucho, hasta el día de tu muerte; ese día volverás a la tierra de la cual fuiste hecho, pues eres polvo y al polvo tendrás que volver.

Salmos 49:14

Como ovejas están destinados al sepulcro; donde la muerte será su pastor. Por la mañana los gobernarán los justos. Sus cuerpos se pudrirán en el sepulcro lejos de sus suntuosas propiedades.

Salmos 49:7

Pero nadie puede salvar a nadie de la muerte, pagándole rescate a Dios por su vida.

Salmos 49:9

para vivir por siempre y no llegar a ver la fosa.

Marcos 16:3

Iban preguntándose unas a otras: «¿Quién nos quitará la piedra de la entrada del sepulcro?»,

Juan 11:17

Cuando Jesús llegó a Betania, se enteró de que Lázaro ya llevaba cuatro días en el sepulcro.

Hechos 13:36

»Por cierto, después que David sirvió a su generación de acuerdo con la voluntad de Dios, murió, fue enterrado con sus antepasados y su cuerpo se descompuso.

Hechos 2:27

porque no dejarás mi alma en el sepulcro ni permitirás que el cuerpo de tu santo siervo se pudra.

2 Corintios 2:16

Para estos, somos un olor de muerte que lleva la muerte; pero para los otros, somos un olor de vida que lleva a la vida. Y ¿quién está perfectamente capacitado para una tarea como esta?

Filipenses 3:21

Él transformará nuestro cuerpo miserable para que sea como su cuerpo glorioso. Esto lo hará por medio del poder con el que domina todas las cosas.