Juan 1:12 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

¹² Pero a todos los que lo recibieron, a los que creen en él, les dio el derecho de ser hijos de Dios.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

¹² Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹² pero a todos los que creyeron en él y lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹² pero a todos los que lo recibieron les dio capacidad para ser hijos de Dios. Al creer en su Nombre

La Biblia Textual 3a Edicion

¹² pero a todos los que lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios,

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹² Pero a todos los que la recibieron, a aquellos que creen en su nombre, les dio potestad de llegar a ser hijos de Dios;

Juan 1:12 Referencias Cruzadas

2 Samuel 7:24

Tú escogiste a Israel para que sea tu pueblo para siempre, y tú has sido nuestro Dios.

Isaías 56:5

Yo les concederé el privilegio de tener sus nombres grabados de manera permanente en mi templo, dentro de mis muros. Tendrán un nombre eterno que nunca será borrado. ¡Eso es mejor que tener muchos hijos e hijas!

Jeremías 3:19

Y yo di a conocer mi propósito de adoptarles como mi hijo. Tracé planes de darles parte de esta hermosa tierra, la mejor del mundo. Esperaba ilusionado que me llamaran «Padre», y creía que nunca volverían a abandonarme.

Oseas 1:10

»Sin embargo, el tiempo vendrá cuando Israel prosperará y llegará a ser una nación grande; en ese día su población será demasiado numerosa, de modo que será imposible contarla, pues será tanta como los granos de la arena del mar. Cuando eso ocurra, en vez de decirles: “Ustedes no son mi pueblo”, se les dirá: “Ustedes son hijos del Dios viviente”.

Mateo 10:40

»El que los reciba a ustedes me estará recibiendo a mí; y el que me reciba está recibiendo al que me envió.

Mateo 12:21

Y las naciones pondrán en él sus esperanzas».

Mateo 18:5

El que reciba en mi nombre a una persona así, a mí me recibe.

Juan 1:11

Vino a este mundo, que es suyo, y los suyos no lo recibieron.

Juan 11:52

Y moriría no sólo por esa nación, sino también para reunir a todos los hijos de Dios que estaban dispersos.

Juan 2:23

Mientras Jesús estaba en Jerusalén durante la fiesta de la Pascua, muchos creyeron en él porque vieron las señales milagrosas que hacía.

Juan 20:31

Pero estas se han escrito para que ustedes crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que al creer en su nombre tengan vida.

Juan 3:18

El que cree en el Hijo único de Dios no será condenado, pero quien no cree en él ya está condenado.

Hechos 3:16

Este hombre se sanó en el nombre de Jesús, y ustedes saben que era inválido. La fe en el nombre de Jesús logró la perfecta curación de esta persona.

Romanos 8:14

Los hijos de Dios son los que se dejan conducir por el Espíritu de Dios.

Romanos 8:16

porque el Espíritu mismo le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios.

Romanos 8:19

pues la creación aguarda con ansiedad el día en que se manifieste que somos hijos de Dios,

Gálatas 3:26

Ahora todos ustedes son hijos de Dios por medio de la fe en Cristo Jesús.

Gálatas 4:6

Y como ustedes son sus hijos, Dios envió al Espíritu de su Hijo a nuestros corazones, y por eso lo llamamos «Papá, papá».

Colosenses 2:6

Ahora bien, de la misma manera que recibieron a Cristo Jesús como Señor, deben comportarse como le agrada a él;

2 Pedro 1:4

Dios nos ha dado preciosas y grandísimas promesas para que ustedes, luego de escapar de la corrupción de este mundo debido a los malos deseos, puedan ser partícipes de la naturaleza divina.

1 Juan 3:1

Miren cuánto nos ama el Padre que somos llamados hijos de Dios. ¡Y de veras lo somos! Como la mayoría de la gente no conoce a Dios, tampoco reconoce lo que somos.

1 Juan 3:10

Uno puede saber quién es hijo de Dios y quién es hijo del diablo. El que no practica la justicia ni ama a su hermano demuestra que no es hijo de Dios.

1 Juan 3:2

Sí, amados míos, ahora somos hijos de Dios, y no podemos ni siquiera imaginarnos lo que vamos a ser después. Pero de algo estamos ciertos: que cuando él venga seremos semejantes a él, porque lo veremos tal como es.

1 Juan 3:23

Su mandamiento es que creamos en Jesucristo su Hijo y que nos amemos unos a otros, como lo mandó.