Jeremías 48:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

⁹ ¡Ay, que Moab tuviera alas para escapar, pues no quedará en sus ciudades persona con vida!

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

⁹ Dad alas a Moab, para que se vaya volando; pues serán desiertas sus ciudades hasta no quedar en ellas morador.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁹ Oh, si Moab tuviera alas para que volara lejos, porque sus ciudades quedarán abandonadas y nadie vivirá en ellas.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁹ Entierren a Moab, porque ha sido totalmente destruido; sus ciudades quedarán hechas un desierto, y no habrá quien habite en ellas.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁹ ¡Dad alas a Moab, para que escape volando! Sus ciudades quedan desiertas, No hay en ellas morador.°

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁹ Dad alas a Moab, pues tendrá que volar. Sus ciudades serán un desierto, sin que nadie las habite.

Jeremías 48:9 Referencias Cruzadas

Salmos 11:1

En el Señor me encuentro protegido. ¿Cómo se atreven a decirme: «Huye a las montañas para protegerte»?

Salmos 55:6

¡Quién tuviera alas como paloma para escapar y reposar!

Isaías 16:2

Las mujeres de Moab son dejadas en los bajos del río Arnón, como aves sin nido.

Jeremías 44:22

Fue por no poder soportar más todas las maldades que cometían que él desoló su tierra, convirtiéndola en increíble ruina, reseca, despoblada, tal como está hoy.

Jeremías 46:19

¡Alisten el equipaje, prepárense a partir al exilio, ciudadanos de Egipto, porque la ciudad de Menfis será totalmente destruida y dejada sin persona viva!

Jeremías 48:28

Pueblo de Moab, huye de tus ciudades y mora en cuevas como paloma que hace su nido en la hendidura de las peñas.

Sofonías 2:9

Por lo tanto, el Señor Todopoderoso ha jurado que Moab y Amón serán destruidas como lo fueron Sodoma y Gomorra, y sus lugares quedarán tan devastados que parecerán campos de espinales, minas de sal donde nada crece y sólo reina eterna desolación. Los que queden de mi pueblo les quitarán sus bienes y se apoderarán de su tierra».

Apocalipsis 12:14

Pero la mujer recibió dos alas de una gran águila y pudo volar al lugar que se le había preparado en el desierto, donde durante tres años y medio la habrían de sustentar, lejos de la serpiente.