Génesis 15:1 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

¹ Poco tiempo después, el Señor le dijo a Abram: ―Abram, no tengas miedo, porque yo te protejo, y te voy a dar una recompensa muy grande.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

¹ Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹ Tiempo después, el Señor le habló a Abram en una visión y le dijo: —No temas, Abram, porque yo te protegeré, y tu recompensa será grande.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹ Después de estos sucesos, Yavé dirigió su palabra a Abram en una visión, y le dijo: 'No temas, Abram, yo soy tu protector. Tu recompensa será muy grande.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹ Después de estas cosas, fue la palabra de YHVH a Abram en visión, diciendo: No temas Abram, Yo mismo soy tu escudo y gran galardón.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹ Después de estos sucesos, Yahveh dirigió la palabra a Abrán en una visión, diciéndole: 'No temas, Abrán. Yo soy tu escudo; tu recompensa será muy grande'.

Génesis 15:1 Referencias Cruzadas

Génesis 15:2

Pero Abram contestó: ―Mi Señor y Dios, ¿para qué me servirá todo lo que me vas a dar, si no tengo hijos? En ese caso, como no me has dado un hijo, todo lo que me regales le quedará a Eliezer de Damasco, que es uno de mis criados.

Génesis 15:4

Entonces el Señor le dijo: ―Vas a tener un hijo, y será él quien se quede con todo lo que tienes. ¡De modo que ningún extraño se quedará con tus bienes!

Génesis 21:17

Entonces Dios oyó el clamor del niño, y el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo y le dijo: ―Agar, ¿qué te pasa? No tengas miedo. Dios ha oído el clamor del niño.

Génesis 22:1

Después de algunos años, Dios sometió a Abraham a una prueba. ―¡Abraham! —llamó Dios. ―Aquí estoy —respondió Abraham.

Génesis 22:20

Después de algún tiempo, Abraham recibió un mensaje en que se le contaba que Milca, la esposa de Najor, el hermano de Abraham, había tenido ocho hijos. El primero de ellos fue Uz. Luego nacieron: Buz y Quemuel, que fue el padre de Aram. A estos les siguieron: Quésed, Jazó, Pildás, Yidlaf y Betuel. Este último fue el padre de Rebeca. Así que estos fueron los ocho hijos que Milca le dio a Najor, el hermano de Abraham.

Génesis 26:24

Esa noche, el Señor se le apareció y le dijo: «Yo soy el Dios de Abraham, tu padre. No temas, porque estoy contigo. Por amor a Abraham, mi siervo, te bendeciré y haré que tu descendencia sea muy numerosa».

Génesis 31:7

pero él ha buscado la manera de engañarme, y ha violado una y otra vez el contrato de salario que tiene conmigo. Pero Dios no ha permitido que me haga daño.

2 Samuel 22:3

Mi Dios, la roca en quien me refugio. Mi escudo y mi salvación, mi asilo y mi amparo. ¡Él me libró de los violentos!

2 Reyes 1:15

Entonces el ángel del Señor le dijo a Elías: «No temas. Ve con él». Y Elías fue ante la presencia del rey.

1 Crónicas 28:20

Sé enérgico y valiente y pon manos a la obra —añadió—. No te amedrentes por lo grande de la tarea, porque el Señor mi Dios está contigo, y no te abandonará, y él hará que cada detalle sea llevado a feliz término.

Salmos 115:10

Sacerdotes de Aarón, confíen en el Señor. Él es su ayudador; él es su escudo.

Salmos 119:114

Tú eres mi refugio y mi escudo; y tus promesas son mi única fuente de esperanza.

Salmos 142:5

Entonces, oro a ti, Señor, y te digo: «Tú eres mi refugio, tú eres lo único que yo quiero en la vida».

Salmos 18:2

El Señor es mi fortaleza, mi roca y mi salvación; mi Dios es la roca en la que me refugio. Él es mi escudo, el poder que me salva.

Salmos 27:1

El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? El Señor me protege del peligro, ¿quién podrá amedrentarme?

Salmos 3:3

Pero, Señor, tú eres mi escudo, mi gloria, tú mantienes en alto mi cabeza.

Salmos 3:4

Clamé al Señor a voz en cuello, y él me respondió desde su monte santo.

Salmos 5:12

Tú bendices al justo, oh Señor, y con tu escudo de amor lo proteges.

Salmos 58:11

Entonces al fin dirán todos que el bien recibirá recompensa, y que hay un Dios que juzga con justicia aquí en la tierra.

Salmos 84:11

Porque el Señor es nuestra luz y nuestra protección. Él nos da gracia y gloria. Ningún bien se les negará a quienes hagan lo que es justo.

Salmos 84:9

Oh Dios, defensor nuestro, ten piedad de aquel que ungiste como rey tuyo.

Salmos 91:4

Él te cubrirá con sus plumas y bajo sus alas encontrarás refugio. ¡Sus fieles promesas son tu armadura y protección!

Éxodo 14:13

Pero Moisés le dijo al pueblo: «No teman, quédense donde están y observen la forma maravillosa en que el Señor los salvará en este día. Los egipcios que hoy ven, no los volverán a ver nunca más.

Proverbios 11:18

El malvado recibe ganancias momentáneas, pero el justo recibe una recompensa duradera.

Proverbios 30:5

Toda palabra de Dios es verdadera. Él protege a los que acuden a él en busca de protección.

Isaías 35:4

alienta a los atemorizados. Diles: «Sean valientes, no teman, porque su Dios viene para destruir a sus enemigos, viene a salvarlos».

Isaías 40:10

Sí, el Señor Dios viene con gran potencia, gobernará con tremendo poder. Miren, trae consigo su recompensa, a cada cual le dará según sus hechos.

Isaías 41:10

No temas, pues yo estoy contigo, no te desanimes. Yo soy tu Dios, yo te fortaleceré, yo te ayudaré, yo te sostendré con mi triunfante mano diestra.

Isaías 41:14

Aunque seas despreciado, no temas, oh Israel, porque yo te auxiliaré. Yo soy el Señor, tu Redentor; yo soy el Santo de Israel.

Isaías 43:1

Ahora, oh Israel, el Señor, quien te creó, dice: ¡No temas, pues yo te rescaté, yo te llamé por tu nombre, eres mío!

Isaías 43:5

No temas, pues yo estoy contigo. Yo te recogeré del este y del oeste,

Isaías 44:2

Oh siervo mío, el Señor, quien te hizo, quien te ayudará, dice: ¡No temas, oh Jerusalén, mis elegidos, no teman!

Isaías 44:8

No tengan ningún temor. ¿Acaso no he proclamado yo desde épocas antiguas que los salvaría? Ustedes son mis testigos. ¿Hay acaso algún otro Dios? ¡No! ¡Ninguno que yo sepa! ¡No hay ninguna otra Roca!

Isaías 51:12

Yo, sí, yo soy el que te conforta y te da todo este gozo. Así pues, ¿por qué temer a los simples mortales que cual la hierba se marchitan y desaparecen?

Jeremías 39:17

pero a ti te libraré, no serás muerto por aquellos a quienes tanto temes.

Lamentaciones 3:24

El Señor es todo para mí, por lo tanto en él confiaré siempre.

Ezequiel 1:1

Ezequiel, hijo de Buzí, era un sacerdote que vivía con los exiliados judíos junto al río Quebar, en Babilonia. El recibió de parte de Dios visiones que le mostraban lo que acontecería en los próximos meses y años.

Ezequiel 11:24

Después el Espíritu de Dios me llevó de vuelta a Babilonia, a los judíos que estaban exiliados allí. Y así concluyó la visión de mi visita a Jerusalén.

Ezequiel 3:4

Luego él me dijo: «Hombre mortal, yo te envío al pueblo de Israel con mis mensajes.

Números 12:6

El Señor les dijo: ―Hasta con un profeta me comunicaría con visiones y sueños;

Números 18:20

»Los sacerdotes no podrán poseer tierras ni tener otros ingresos, porque el tenerme a mí les será suficiente.

Números 24:4

el hombre cuyos ojos están abiertos, dice: He oído la palabra del Señor, y he visto lo que el Dios Altísimo me ha mostrado; mis ojos fueron abiertos:

Mateo 8:26

―Hombres de poca fe, ¿a qué viene tanto miedo? —les respondió. Entonces, se puso de pie, reprendió al viento y a las olas, y la tormenta cesó y todo quedó en calma.

Lucas 1:13

Pero el ángel le dijo: ―No tengas miedo, Zacarías, pues Dios ha escuchado tus oraciones. Tu esposa Elisabet te dará un hijo, y lo llamarás Juan.

Lucas 1:30

El ángel le dijo: ―No tengas miedo, María, porque Dios te ha concedido su favor.

Lucas 12:32

»No tengan miedo, mi pequeño rebaño, porque el Padre de ustedes, en su bondad, quiere darles el reino.

Hechos 10:22

Entonces le contaron cómo a Cornelio, oficial del ejército romano, hombre bueno y piadoso, de buena reputación entre los judíos, un ángel le había ordenado que mandara a buscar a Pedro para que le dijera lo que Dios quería de él.

1 Corintios 3:22

De ustedes son Pablo, Apolos, Cefas, el mundo, la vida, la muerte, lo presente, lo por venir.

Deuteronomio 18:2

Ellos no necesitan tener propiedades porque el Señor es su heredad. Eso es lo que él les ha prometido.

Deuteronomio 31:6

Sé fuerte. Sé valiente. No temas delante de ellos porque el Señor tu Dios estará contigo, no te dejará ni te abandonará».

Hebreos 1:1

En tiempos remotos, Dios habló muchas veces y de varias maneras a nuestros antepasados por medio de los profetas;

Apocalipsis 1:17

Al verlo, caí a sus pies como muerto; pero puso la mano derecha sobre mí y me dijo: «¡No temas! Soy el primero y el último,

Rut 2:12

Que el Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a refugiarte, te bendiga por ello.

1 Samuel 15:10

Entonces el Señor le dijo a Samuel:

1 Samuel 9:9

―Bien —aprobó Saúl—, vayamos y probemos. Fueron entonces a la ciudad donde vivía el profeta. Mientras subían la colina hacia la ciudad, vieron a algunas jóvenes que salían a sacar agua y les preguntaron si sabían donde vivía el vidente: En aquellos días los profetas eran llamados videntes. «Vamos y preguntemos al vidente», decía la gente en vez de decir «vamos y preguntémosle al profeta».