2 Corintios 12:10 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

¹⁰ Desde que sé que lo que sufro lo sufro por Cristo, me siento feliz por mis debilidades, los insultos, las privaciones, las persecuciones y las dificultades. En efecto, cuando soy débil, entonces soy fuerte.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

¹⁰ Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁰ Es por esto que me deleito en mis debilidades, y en los insultos, en privaciones, persecuciones y dificultades que sufro por Cristo. Pues, cuando soy débil, entonces soy fuerte.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁰ Por eso acepto con gusto lo que me toca sufrir por Cristo: enfermedades, humillaciones, necesidades, persecuciones y angustias. Pues si me siento débil, entonces es cuando soy fuerte.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁰ Por lo cual me complazco en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones,° en angustias° por causa del Mesías; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁰ Por eso me complazco, por amor de Cristo, en flaquezas, insultos, necesidades, persecuciones y angustias; porque cuando me siento débil, entonces soy fuerte.

2 Corintios 12:10 Referencias Cruzadas

Lucas 6:22

»Dichosos ustedes cuando los odien, cuando los desprecien, los insulten y hablen mal de ustedes por causa del Hijo del hombre.

Juan 15:21

Les harán todo esto por causa de mi nombre, porque ellos no conocen al que me envió.

Hechos 5:41

Al salir del concilio, los discípulos iban gozosos de haber sido tenidos por dignos de sufrir ultrajes por la causa del Nombre.

Romanos 5:3

Y también nos gozamos de las aflicciones, porque nos enseñan a tener paciencia;

1 Corintios 4:10

Por obedecer a Cristo, somos unos tontos, mientras que ustedes, claro, son los sabios. Nosotros somos débiles, ustedes fuertes. Ustedes honorables, nosotros despreciables.

2 Corintios 1:4

Él nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos consolar a todos los que sufren, con el mismo consuelo que él nos prodigó.

2 Corintios 10:18

Porque la persona que de veras es digna de aprobación no es la que se alaba a sí misma, sino aquella a la que el Señor alaba.

2 Corintios 12:9

y las tres veces me ha respondido: «Debe bastarte mi amor. Mi poder se manifiesta más cuando la gente es débil». Por eso, de muy buena gana me siento orgulloso de mis debilidades; gracias a ellas, se muestra en mí el poder de Cristo.

2 Corintios 13:4

Su débil cuerpo humano murió en la cruz, pero ahora vive por el poder de Dios. Nosotros también, al igual que él lo era, somos débiles; pero ahora, unidos a él, vivimos y tenemos el poder de Dios para tratar con ustedes.

2 Corintios 13:9

Por eso nos alegramos cuando nosotros somos débiles, con tal de que ustedes sean fuertes. Nuestra oración es que Dios los restaure en todo.

2 Corintios 4:17

Pues nuestros pequeños y pasajeros sufrimientos producen una gloria eterna más grande y abundante.

2 Corintios 4:5

Nosotros no predicamos acerca de nosotros mismos; anunciamos que Jesucristo es el Señor. Lo único que decimos de nosotros es que somos siervos de ustedes por amor a Jesús.

2 Corintios 5:15

Él murió por todos para que los que viven ya no vivan más para sí mismos, sino para agradar al que murió y resucitó por ellos.

2 Corintios 5:20

Somos embajadores de Cristo. Dios les habla a ustedes por medio de nosotros: «En el nombre de Cristo les rogamos, ¡reconcíliense con Dios!».

2 Corintios 6:4

Más bien, en cada uno de nuestros actos tratamos de portarnos como servidores de Dios. Con paciencia soportamos los sufrimientos, las necesidades, las angustias.

2 Corintios 7:4

Tengo en ustedes la más absoluta confianza, y el orgullo que me dan es inmenso. Al pensar en ustedes me consuelo en medio de mis sufrimientos.

Efesios 6:10

Por último, recuerden que su fortaleza debe venir del gran poder del Señor.

Filipenses 1:29

A ustedes se les ha dado no sólo el privilegio de creer en Cristo, sino también de sufrir por él.

Colosenses 1:24

Es cierto que estoy sufriendo por ustedes, pero me alegro. Así ayudo a completar lo que falta de los sufrimientos de Cristo por ese cuerpo suyo que es la iglesia.

2 Tesalonicenses 1:4

Nos sentimos orgullosos al hablar a las demás iglesias de la paciencia y la fe que ustedes manifiestan, a pesar de los muchos problemas y dificultades por los que han estado atravesando.

2 Timoteo 3:11

También sabes cuántas persecuciones y sufrimientos he tenido que afrontar especialmente en Antioquía, Iconio y Listra; pero el Señor me ha librado de todo ello.

Santiago 1:2

Hermanos míos, que les dé gran alegría cuando pasen por diferentes pruebas,

Apocalipsis 2:3

Y sé también que has sufrido por mi causa pacientemente y sin claudicar.