2 Corintios 10:4 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

⁴ Para destruir las fortalezas del mal, no empleamos armas humanas, sino las armas del poder de Dios.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

⁴ porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas,

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁴ Usamos las armas poderosas de Dios, no las del mundo, para derribar las fortalezas del razonamiento humano y para destruir argumentos falsos.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁴ Nuestras armas no son las humanas, pero tienen la fuerza de Dios para destruir fortalezas: todos esos argumentos

La Biblia Textual 3a Edicion

⁴ Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para destrucción de fortalezas;

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁴ Las armas de mi combate no son carnales, sino que tienen poder divino para derribar fortalezas: derribamos sofismas

2 Corintios 10:4 Referencias Cruzadas

Salmos 110:2

El Señor establecerá tu trono en Sion para que gobiernes, desde allí sobre tus enemigos.

Isaías 30:25

En aquel día en que Dios intervenga para destruir a sus enemigos, les dará corrientes de agua que bajarán de cada monte y collado.

Jeremías 1:10

Hoy comienza tu trabajo: prevenir a las naciones y a los pueblos del mundo. De acuerdo con mis palabras, expresadas por tu boca, yo derribaré a unos y los destruiré, y plantaré y cuidaré a otros, los fortaleceré y los engrandeceré.

Jeremías 23:29

¿No quema mi palabra como si fuera fuego?, pregunta el Señor. ¿No es como un poderoso mazo que despedaza la roca?

Hechos 7:22

y le enseñó toda la sabiduría de los egipcios. Moisés fue un hombre poderoso en palabra y en obra.

Romanos 13:12

La noche ya está terminando y el nuevo día despuntará pronto. Por eso, dejemos de actuar en las tinieblas y vistámonos la armadura de la luz.

Romanos 6:13

No entreguen ninguna parte de su cuerpo al pecado para que se convierta en instrumento del mal. Más bien, entréguense por completo a Dios, como quienes ya han muerto y han vuelto a vivir. Y preséntenle sus miembros como instrumentos para la justicia.

1 Corintios 2:5

Prediqué así porque deseaba que la fe que naciera en ustedes dependiera del poder de Dios, no de la sabiduría de los seres humanos.

1 Corintios 9:7

¿Qué soldado tiene que sostenerse a sí mismo mientras sirve en el ejército? ¿A qué agricultor se priva del derecho de comer de lo que ha cosechado? ¿A qué pastor de ovejas no se le permite tomar de la leche del rebaño?

2 Corintios 10:8

No me avergonzaré de insistir demasiado en la autoridad que tengo sobre ustedes, autoridad que el Señor me dio para la edificación de ustedes, no para su destrucción.

2 Corintios 13:10

Les he escrito esta carta con la esperanza de que cuando los visite no tenga que ser duro y usar mi autoridad. Quiero emplear la autoridad que me confirió el Señor para ayudarlos a madurar y no para destruirlos.

2 Corintios 3:5

No porque creamos que por nosotros mismos podemos hacer las cosas. Dios es la fuente de nuestro poder.

2 Corintios 4:7

Pero este precioso tesoro lo guardamos en una vasija de barro. Es así para que sea obvio que este glorioso poder viene de Dios y no de nosotros.

2 Corintios 6:7

Hemos sido veraces gracias al poder de Dios. Nuestra arma para atacar y defendernos ha sido la justicia.

1 Tesalonicenses 5:8

Nosotros, por el contrario, somos del día. Por eso estamos siempre en nuestro sano juicio, protegidos por la coraza de la fe y del amor, y por el casco de la esperanza de salvación.

1 Timoteo 1:18

Ahora, Timoteo, hijo mío, fíjate en este mandamiento que te doy: Pelea la buena batalla, tal como dicen las profecías que se hicieron en cuanto a ti.

2 Timoteo 2:3

Soporta los sufrimientos junto con nosotros como buen soldado de Jesucristo.

Hebreos 11:30

Por la fe cayeron las murallas de Jericó, después que los israelitas marcharon alrededor de ellas por siete días.

Josué 6:20

Cuando el pueblo oyó el sonido de las trompetas, gritaron lo más fuerte que pudieron. Repentinamente las murallas de Jericó se derrumbaron delante de ellos, y el pueblo de Israel entró en la ciudad desde todas direcciones y la capturaron.