1 Juan 2:16 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

¹⁶ porque nada de lo que hay en el mundo —las pasiones sexuales, el deseo de poseer todo lo que agrada y el orgullo de poseer riquezas— proviene del Padre sino del mundo.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

¹⁶ Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁶ Pues el mundo solo ofrece un intenso deseo por el placer físico, un deseo insaciable por todo lo que vemos, y el orgullo de nuestros logros y posesiones. Nada de eso proviene del Padre, sino que viene del mundo;

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁶ Pues toda la corriente del mundo -la codicia del hombre carnal, los ojos siempre ávidos, y la arrogancia de los ricos- nada viene del Padre, sino del mundo.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁶ Porque todo lo que hay en el mundo: la codicia de la carne,° la codicia de los ojos,° y la soberbia de la vida,° no viene del Padre, sino del mundo.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁶ porque todo lo que hay en el mundo -los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la jactancia de la opulencia- no proviene del Padre, sino que procede del mundo.

1 Juan 2:16 Referencias Cruzadas

Génesis 3:6

La mujer contempló el árbol y se convenció de que su fruto era bueno para comer. Además, lo vio muy hermoso, y pensó que era su oportunidad para conseguir la sabiduría. Así que agarró el fruto y comió. Luego le dio de comer a su marido, el cual estaba con ella.

Génesis 6:2

Entonces los hijos de Dios se fijaron en la belleza de las mujeres y tomaron como mujeres a todas las que quisieron.

Job 31:1

»Yo había convenido con mis ojos no mirar con lujuria a ninguna mujer.

Salmos 73:6

y por eso lucen su orgullo como collar de piedras preciosas, y sus ropas están tejidas de crueldad.

Salmos 78:18

Con toda intención pusieron a Dios a prueba, exigiéndole comida a su antojo.

Salmos 78:30

Mas apenas habían terminado de comer, aún tenían la carne en la boca,

Proverbios 27:20

El sepulcro, la muerte y los ojos del hombre jamás se dan por satisfechos.

Proverbios 6:25

No la desees en tu corazón por su belleza, no te dejes seducir por sus ojos,

Daniel 4:30

e iba diciendo: «¡Miren qué gran ciudad es Babilonia! Yo, con mi propio poder, he construido esta hermosa ciudad como mi residencia real y como capital de mi imperio».

Números 11:34

Por esta razón aquel lugar fue llamado Quibrot Hatavá (Tumba de los codiciosos), porque allí enterraron a los que habían deseado la carne y el regreso a Egipto.

Números 11:4

El populacho que iban con ellos empezó a añorar las cosas buenas de Egipto. A esto se sumó el resto de los israelitas que, descontentos, empezaron a llorar diciendo: «¡Quién nos diera carne! ¡Ah, si tuviéramos un poco del delicioso pescado que comíamos gratis en Egipto, y pepinos, melones, puerros, cebollas y ajos!

Mateo 4:8

Finalmente el diablo lo llevó a la cima de una alta montaña y le mostró las naciones del mundo y la gloria que hay en ellas.

Mateo 5:28

Pero yo les digo: Cualquiera que mira a una mujer y desea acostarse con ella, comete adulterio en su corazón.

Lucas 4:5

Entonces el diablo lo llevó a un lugar alto y desde allí le mostró en un momento todos los reinos del mundo.

Romanos 13:14

Más bien, revístanse ustedes del Señor Jesucristo, y no busquen satisfacer los deseos de su naturaleza pecadora.

1 Corintios 10:6

De aquí aprendemos una gran lección: que no debemos desear lo malo como ellos lo desearon.

Gálatas 5:17

porque esta va en contra de lo que el Espíritu quiere, y el Espíritu desea lo que va en contra de la naturaleza pecaminosa. Estos dos se oponen entre sí, y por eso ustedes no pueden hacer lo que quieren.

Gálatas 5:24

Los que pertenecen a Cristo han clavado en la cruz su naturaleza pecaminosa.

Efesios 2:3

Nosotros mismos éramos así: obedecíamos los malos deseos de nuestra naturaleza y nos entregábamos a las perversidades de nuestras pasiones y malos pensamientos. Merecíamos ser castigados por la ira de Dios, como todos los demás.

Tito 2:12

Dios quiere que nos apartemos de la impiedad y de los placeres pecaminosos y que vivamos en este mundo una vida sobria, justa y piadosa,

Tito 3:3

En otro tiempo, también nosotros éramos insensatos y desobedientes; con facilidad nos descarriábamos y vivíamos esclavos de los placeres y de los deseos pecaminosos. Estábamos llenos de rencor y envidia. Odiábamos a los demás y ellos nos odiaban a nosotros.

Santiago 3:15

Esa sabiduría no es la que viene del cielo, sino viene del mundo, del ser humano y del diablo,

Santiago 4:16

Pero a ustedes les gusta hablar con orgullo, y ese orgullo es malo.

Josué 7:21

Vi un hermoso manto importado de Babilonia, casi dos kilos y medio de plata y una barra de oro como de seiscientos gramos. Sentí tanto deseo de poseer todo aquello que lo tomé y lo escondí en la tierra debajo de mi tienda. Allí están, y la plata está debajo de todo.

1 Pedro 1:14

Sean hijos obedientes, no hagan todas las cosas malas que hacían antes, cuando vivían sin conocer a Dios.

1 Pedro 2:11

Queridos hermanos, les pido, como si ustedes fueran extranjeros y estuvieran de paso por este mundo, que se mantengan lejos de los malos deseos que luchan contra la vida.

2 Pedro 2:10

Esto es lo que les espera a los que siguen siempre sus pensamientos corrompidos, que desprecian la autoridad del Señor y son tan orgullosos y testarudos que no tienen miedo de insultar a los poderes del mundo invisible.

2 Pedro 2:18

Pronuncian discursos arrogantes y huecos; apelan a los deseos de la naturaleza humana y seducen a los que acaban de apartarse de semejante vida de corrupción.