Biblia Todo Logo
La Biblia Online

- Anuncios -





Santiago 1:18 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

18 Por su propia voluntad nos dio una nueva vida, por medio del mensaje de la verdad. Lo hizo para que fuéramos como los primeros y mejores frutos de su creación.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

18 Él, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

18 Él, por su propia voluntad, nos hizo nacer de nuevo por medio de la palabra de verdad que nos dio y, de toda la creación, nosotros llegamos a ser su valiosa posesión.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

18 Muy libremente nos dio vida y nos hizo hijos suyos mediante la palabra de la verdad, para que fuéramos la flor de su creación.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

18 Él, porque quiso, nos engendró con la palabra de la verdad para que seamos primicias de sus criaturas.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 Nos engendró por propia iniciativa, con palabra de verdad, para que fuéramos como primicias de su creación.

Ver Capítulo Copiar




Santiago 1:18
24 Referencias Cruzadas  

Estos no nacen de padres humanos. No son producto del deseo ni de la voluntad humana. Nacen de Dios.


Así dicen las Escrituras: «Te he hecho padre de muchas naciones». Y Abraham le creyó, porque sabía que era el Dios que da vida a los muertos y llama las cosas que no son como si ya existieran.


Ustedes podrían tener diez mil maestros que les enseñen acerca de Cristo, pero no tienen a muchos que los cuiden como lo hace un padre. Pues, cuando les anuncié el mensaje de la buena noticia y ustedes creyeron en Cristo Jesús, llegué a ser como un padre para ustedes.


Con el poder que Dios nos da, anunciamos un mensaje verdadero. Cuando nos atacan, nos defendemos y contratacamos con la justicia.


Lo decidió así para que nosotros, los que ya hemos puesto nuestra confianza en Cristo, alabemos su gran poder.


Ustedes oyeron el mensaje de la verdad, la buena noticia que les trajo la salvación. Cuando creyeron en ese mensaje, recibieron el Espíritu Santo prometido. Y, al recibirlo, fueron marcados como propiedad de Dios. Y esto se lo debemos a Cristo.


Esfuérzate por presentarte ante Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que enseña correctamente el verdadero mensaje.


Se han acercado a la multitud de los que Dios ha tratado como a sus primeros hijos. Es decir, a los que él ha dado el derecho de vivir en el cielo. Se han acercado a Dios, el juez de todos; a los espíritus de los justos a quienes Dios ha hecho perfectos.


Estos malos deseos son los que nos llevan a pecar. Y el pecado, una vez que domina toda nuestra vida, da como resultado la muerte eterna.


Por esto, dejen atrás toda acción de maldad, pues ya hay mucha gente haciendo el mal en este mundo. Acepten con humildad el mensaje que Dios les ha dado, pues ese mensaje tiene poder para salvarlos.


Pero, si ustedes tienen celos y pleitos, sufrirán con amargura. Dejen a un lado el orgullo y la mentira.


Pues ustedes son nuevas personas, como si hubieran nacido de nuevo, no de padres humanos, sino que el mensaje de Dios los transformó. Este mensaje nunca muere, sino que vive y permanece para siempre.


¡Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo! Por su gran misericordia, nos ha hecho nuevas personas y nos ha dado seguridad de que recibiremos sus promesas. Es como si nos hubiera hecho nacer de nuevo, y eso lo hizo por medio de la resurrección de Jesucristo.


Ningún hijo de Dios puede seguir pecando, porque la vida de Dios permanece en él. Así que un hijo de Dios no puede seguir pecando.


Estos no cometieron pecados sexuales con mujeres, sino que se mantuvieron puros. Son los que siguieron al Cordero por dondequiera que iba. De toda la humanidad, ellos fueron los primeros en ser salvados como una ofrenda para Dios y el Cordero.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos