Biblia Todo Logo
La Biblia Online

- Anuncios -





Romanos 15:3 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

3 Pues ni siquiera Cristo buscó hacer solamente lo que le agradaba. Al contrario, las Escrituras dicen: «Sobre mí han recaído los insultos de los que te critican».

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

3 Porque ni aun Cristo se agradó a sí mismo; antes bien, como está escrito: Los vituperios de los que te vituperaban, cayeron sobre mí.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Pues ni siquiera Cristo vivió para agradarse a sí mismo. Como dicen las Escrituras: «Los insultos de aquellos que te insultan, oh Dios, han caído sobre mí».

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

3 El mismo Cristo no hizo lo que le agradaba, como dice la Escritura: Los insultos de los que te insultaban cayeron sobre mí.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

3 Porque ni aun el Mesías se agradó a sí mismo; al contrario, como está escrito: Los vituperios de los que te vituperaban cayeron sobre mí.°

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Tampoco Cristo buscó lo que le agradaba, sino que, según está escrito: Los ultrajes de aquellos que te ultrajaban recayeron sobre mí.

Ver Capítulo Copiar




Romanos 15:3
19 Referencias Cruzadas  

Basta con que el alumno sea como su maestro, y el siervo como su amo. Si al jefe de la casa lo han llamado Beelzebú, ¡cuánto más a los de su familia!


Yendo un poco más allá, se arrodilló, se inclinó hasta tocar el suelo con su rostro, y oró: «Padre mío, si es posible, no me hagas beber este trago amargo. Pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú».


Por segunda vez se retiró y oró: «Padre mío, si no es posible evitar que yo beba este trago amargo, hágase tu voluntad».


Así también lo insultaban los bandidos que estaban crucificados con él.


Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor. Yo he obedecido los mandamientos de mi Padre, por eso permanezco en su amor.


He hecho entre ellos obras que ningún otro antes ha realizado. Si no las hubiera hecho, no serían culpables de pecado. Pero ahora las han visto y, sin embargo, a mí y a mi Padre nos han odiado.


―Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y terminar su obra —les dijo Jesús—.


Yo no puedo hacer nada por mi propia cuenta, solo juzgo según lo que oigo. Y mi juicio es justo, pues no busco hacer mi propia voluntad. Busco cumplir la voluntad del que me envió.


Pues he bajado del cielo no para hacer mi voluntad, sino la del que me envió.


El que me envió está conmigo. No me ha dejado solo, porque siempre hago lo que le agrada.


Ya conocen el gran amor que les tiene nuestro Señor Jesucristo. No lo merecían, pero él, aunque era rico, se hizo pobre para ayudarlos. Lo hizo para que, por medio de su pobreza, ustedes llegaran a ser ricos.


Su manera de pensar debe ser como la de Cristo Jesús.


Al hacerse hombre, se humilló a sí mismo y fue obediente hasta la muerte, ¡y muerte en una cruz!


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos