Biblia Todo Logo
La Biblia Online

- Anuncios -





Romanos 12:3 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

3 Yo sé que no lo merezco, pero Dios me ha dado autoridad para decirles lo siguiente: Nadie piense que es mejor o superior a otro. Más bien piensen que lo que ustedes son, lo son gracias a la medida de fe que Dios les ha dado.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

3 Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Basado en el privilegio y la autoridad que Dios me ha dado, le advierto a cada uno de ustedes lo siguiente: ninguno se crea mejor de lo que realmente es. Sean realistas al evaluarse a ustedes mismos, háganlo según la medida de fe que Dios les haya dado.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

3 La gracia que Dios me ha dado me autoriza a decirles a todos y cada uno de ustedes que actúen, pero no estorben. Que cada uno actúe sabiamente según la capacidad que Dios le ha entregado.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

3 Ordeno pues, por la gracia que me fue dada, a cada cual que está entre vosotros, que no piense más altamente de lo que debe pensar, sino que piense con sobriedad,° según la medida° de fe que Dios dio a cada uno.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 En virtud de la gracia que me ha sido otorgada, digo, pues, a cada uno de vosotros: que nadie tenga de sí mismo estimación superior a la que debe tener, sino que se estime con la debida moderación, según la medida de fe que Dios ha concedido a cada uno.

Ver Capítulo Copiar




Romanos 12:3
47 Referencias Cruzadas  

El fariseo, puesto en pie y a solas, oraba: “Oh Dios, te doy gracias porque no soy como otros hombres. No soy como los ladrones, los malhechores y los adúlteros, ni como ese cobrador de impuestos.


El enviado de Dios comunica el mensaje de Dios, pues él mismo le da su Espíritu sin medida.


Por medio de él, y en honor a su nombre, fuimos llamados a ser apóstoles, para convencer a todas las naciones de creer en él y obedecerle.


De acuerdo. Pero ellos fueron rechazados por su falta de fe, y tú aceptado por la fe. Así que no seas orgulloso, sino temeroso.


Hermanos en la fe, quiero que entiendan este misterio, para que no se vuelvan orgullosos. Una parte del pueblo de Israel no quiere creer, y así seguirá hasta que todos los no judíos que crean pasen a formar parte del pueblo de Dios.


Vivan en armonía los unos con los otros. No sean orgullosos, sino amigos de los humildes. No se crean los únicos que saben.


Pero soy apóstol gracias al amor de Dios, aunque no merezco ese amor. Ese amor por mí ha dado resultados, pues he trabajado con más fuerza que los demás apóstoles. Sin embargo, reconozco que no soy yo quien lo ha logrado. Ha sido obra de Dios, quien me ha amado sin yo merecerlo.


Aunque yo no lo merecía, Dios me dio el trabajo de maestro constructor. Así que mi enseñanza fue como el fundamento, y otro vino a construir sobre él. Pero cada uno tenga cuidado de cómo construye la fe de los demás.


En cualquier caso, cada uno debe seguir viviendo en la misma condición que el Señor le asignó. Quédense así como estaban cuando Dios los llamó a ser parte de su iglesia. Esta es la regla que doy a todas las iglesias.


Por nuestra parte, no vamos a pensar de nosotros más de lo debido. Dios nos conoce y nos asignó una tarea, así que solo de eso nos sentiremos orgullosos. Y ustedes son parte de ese trabajo.


Solo hay una diferencia en mi trato con todas las iglesias, que a ustedes nunca les pedí dinero para mis necesidades. ¡Perdónenme si los ofendo!


Para evitar que me volviera orgulloso por estas revelaciones extraordinarias, llevo en mi cuerpo un sufrimiento. Es como una espina que me fue clavada en el cuerpo. Es algo que Satanás usa para hacerme sufrir.


Si alguien cree ser importante, cuando en realidad no lo es, se engaña a sí mismo.


Sin duda se han enterado de que Dios me encargó explicarles su plan de mostrarles su amor inmerecido.


Al leer esto, podrán darse cuenta de que comprendo bien ese plan que Dios cumpliría por medio de Cristo.


Él hace que todos en la iglesia estén unidos. Los une por medio del trabajo que cada uno hace para que todos tengan una fe fuerte y se amen cada vez más.


Pues Dios es quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer para que se cumpla su buena voluntad.


Para esto trabajo y lucho con la fuerza que el poder de Cristo me da.


Antes de recibir esa circuncisión espiritual, Dios los consideraba muertos, pues vivían pecando. Sin embargo, por medio de su unión con Cristo, Dios les perdonó todos los pecados y les dio vida.


Pero el amor de nuestro Señor fue grande. No merezco ese amor, pero él me dio la fe y el amor que hay en Cristo Jesús.


Pero la mujer se salvará siendo madre y manteniendo su fe en Cristo, y si continúa mostrando amor y santidad.


En cuanto a las mujeres, quiero que ellas se vistan decentemente y con sencillez. Que no lo hagan para impresionar, con peinados exagerados, con oro, perlas y vestidos costosos.


Ese amor nos enseña a rechazar el pecado y a no desear la maldad de este mundo. Así podremos vivir en este mundo con dominio propio, justicia y amor a Dios.


A los ancianos, enséñales que sean serios, respetables y que piensen bien las cosas. Que tengan una fe sincera, que amen a los demás y tengan paciencia.


y aconsejar a las jóvenes a amar a sus esposos y a sus hijos.


A los jóvenes, pídeles que piensen bien las cosas.


Pero en realidad él nos da mucho más amor, aunque no lo merezcamos. Por eso dice la Escritura: «Dios se opone a los orgullosos, pero trata con amor a los humildes».


Por eso, prepárense para actuar con inteligencia. Tengan dominio propio. Pongan su confianza completamente en la salvación que se les dará cuando regrese Jesucristo.


El que habla, hágalo como quien habla de parte de Dios mismo; el que presta algún servicio, hágalo con el poder que Dios le da. Así Dios será en todo alabado por medio de Jesucristo, a quien sea la gloria y el poder para siempre. Amén.


Ya se acerca el fin de todas las cosas. Así que, estén alerta y oren con seriedad.


Así mismo, jóvenes, obedezcan a sus líderes. Sean todos humildes cuando traten a los demás, porque: «Dios se opone a los orgullosos, pero trata con amor a los humildes».


Practiquen el dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quién devorar.


Le escribí una nota a la iglesia. Pero Diótrefes no acepta nuestra autoridad, pues él quiere siempre ser el más importante.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos