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Romanos 1:8 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

8 En primer lugar, por medio de Jesucristo doy gracias a mi Dios por todos ustedes. Doy gracias porque en el mundo entero se habla bien de la fe que ustedes tienen en Jesús.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

8 Primeramente doy gracias a mi Dios mediante Jesucristo con respecto a todos vosotros, de que vuestra fe se divulga por todo el mundo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Ante todo les digo que, mediante Jesucristo, le doy gracias a mi Dios por todos ustedes, porque en todas partes del mundo se habla de la fe que tienen en él.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Ante todo doy gracias a mi Dios, por medio de Cristo Jesús, por todos ustedes, pues su fe es alabada en el mundo entero.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Primeramente, doy gracias a mi Dios por medio de Jesucristo por todos vosotros, por cuanto vuestra fe es cosa muy bien conocida en todo el mundo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Primeramente, doy gracias a mi Dios, por mediación de Jesucristo, a causa de todos vosotros, porque vuestra fe es celebrada en todo el mundo.

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Romanos 1:8
25 Referencias Cruzadas  

Y esta buena noticia del reino se predicará en todo el mundo como testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin.


Por aquellos días, Augusto César ordenó que se hiciera un censo en todo el Imperio romano.


Uno de ellos, llamado Agabo, se puso de pie y anunció por medio del Espíritu que iba a haber una gran hambre en todo el mundo. Y eso sucedió durante el reinado de Claudio.


Pero queremos oír tu punto de vista, porque lo único que sabemos es que en todas partes se habla en contra de ese grupo.


Pero pregunto: ¿Acaso no oyeron el mensaje? ¡Claro que sí! «Por toda la tierra se escuchó su voz, ¡su mensaje llega hasta el último rincón del mundo!».


Es cierto que ustedes viven en obediencia, y la gente lo sabe bien. Eso me alegra mucho, pero quiero que usen su inteligencia haciendo el bien, nunca el mal.


Pero, gracias a Dios, aunque antes eran esclavos del pecado, ahora viven obedeciendo de corazón la enseñanza que les fue dada.


Siempre doy gracias a mi Dios por ustedes, pues él les ha dado su inmerecido amor por medio de Cristo Jesús.


Doy gracias a Dios, porque por medio de Cristo siempre nos da la victoria. Él hace que nuestro mensaje se vaya conociendo por todas partes como si fuera un aroma agradable.


Me he enterado de la fe que tienen en el Señor Jesús y del amor que demuestran por todos los creyentes. Y, desde entonces,


no he dejado de dar gracias por ustedes al recordarlos en mis oraciones.


¡Que toda la iglesia, a través de los tiempos, dé gloria a Dios, por medio de Cristo Jesús, por los siglos de los siglos! Amén.


dando siempre gracias a Dios el Padre por todo, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.


Gracias a Jesucristo, ustedes podrán hacer lo bueno y correcto, para que todos den gloria y alabanza a Dios.


Doy gracias a mi Dios cada vez que me acuerdo de ustedes.


Siempre que oramos por ustedes, damos gracias a Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo.


Siempre damos gracias a Dios por todos ustedes cuando los mencionamos en nuestras oraciones.


Así que no dejamos de dar gracias a Dios. Pues, cuando ustedes oyeron el mensaje de Dios que les predicamos, lo aceptaron. Lo aceptaron no como un mensaje de parte de alguna persona, sino como lo que realmente es, un mensaje de Dios. Ese mensaje cambió la vida de ustedes, los que creen.


Hermanos en la fe, siempre debemos dar gracias a Dios por ustedes. Y es justo hacerlo, porque su fe en Dios es cada vez más grande, y el amor que demuestran hacia otros sigue siendo mucho.


Al recordarte de día y de noche en mis oraciones, siempre doy gracias a Dios. Mis antepasados y yo hemos servido a Dios con una conciencia tranquila.


Siempre doy gracias a mi Dios al recordarte en mis oraciones,


Así que ofrezcamos continuamente a Dios, por medio de Jesucristo, un sacrificio de alabanza. Esta alabanza debe salir de los labios que confiesan que él es Señor.


él también los eligió como piedras vivas, con las cuales se está edificando ese templo espiritual. En ese templo ustedes llegan a ser sacerdotes elegidos por Dios, para ofrecer sacrificios espirituales, los cuales Dios acepta por medio de Jesucristo.


El que habla, hágalo como quien habla de parte de Dios mismo; el que presta algún servicio, hágalo con el poder que Dios le da. Así Dios será en todo alabado por medio de Jesucristo, a quien sea la gloria y el poder para siempre. Amén.


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