Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





Mateo 25:35 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

35 Pues tuve hambre, y ustedes me dieron de comer. Tuve sed, y me dieron de beber. Fui extranjero, y me dieron alojamiento.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis;

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

35 Pues tuve hambre, y me alimentaron. Tuve sed, y me dieron de beber. Fui extranjero, y me invitaron a su hogar.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

35 Porque tuve hambre y ustedes me dieron de comer; tuve sed y ustedes me dieron de beber. Fui forastero y ustedes me recibieron en su casa.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

35 Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me acogisteis,

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

35 Porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber; era forastero y me hospedasteis;

Ver Capítulo Copiar




Mateo 25:35
52 Referencias Cruzadas  

El Rey les responderá: “Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el menos importante, lo hicieron por mí”.


A los pobres siempre los tendrán con ustedes, pero a mí no me van a tener siempre.


A los pobres siempre los tendrán con ustedes y podrán ayudarlos cuando quieran; pero a mí no me van a tener siempre.


Den más bien a los pobres de lo que está dentro, y así todo quedará limpio para ustedes.


Judas era el encargado del dinero. Por eso algunos pensaron que Jesús le estaba diciendo que comprara lo necesario para la fiesta o que diera algo a los pobres.


y me dijo: “Cornelio, Dios ha oído tu oración y se ha acordado de tu ayuda a los pobres.


Entonces decidieron que cada uno de los discípulos enviaría ayuda a los creyentes que vivían en Judea. Cada uno ayudaría según sus recursos.


Cuando fue bautizada con su familia, nos hizo la siguiente invitación: «Si ustedes me consideran creyente en el Señor, vengan a hospedarse en mi casa». Y nos convenció.


Todos los creyentes eran de un solo sentir y pensar. Nadie consideraba suya ninguna de sus posesiones, sino que las compartían.


Ayuden a los creyentes necesitados. Practiquen la hospitalidad.


Y también dijo: «Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber. Actuando así, harás que se avergüence de su conducta».


Saludos de parte de Gayo, de cuya hospitalidad disfrutamos yo y toda la iglesia de este lugar. También les mandan saludos Erasto, que es el tesorero de la ciudad, y Cuarto, nuestro hermano en la fe. Que el amor inmerecido de nuestro Señor Jesucristo sea con todos ustedes. Amén.


El que robaba, que no robe más, sino que trabaje honradamente con las manos, así tendrá suficiente para compartir con los necesitados.


Además, que sea reconocida por sus buenas obras, tales como criar hijos, practicar la hospitalidad y lavar los pies de los creyentes. Que sea de las que ayudan a los que sufren y que aproveche toda oportunidad para hacer el bien.


Filemón, hermano en la fe, tu amor me ha alegrado y animado mucho porque has dado consuelo al corazón de los creyentes.


No se olviden de hacer el bien y de compartir con otros lo que tienen. Esos son los sacrificios que agradan a Dios.


Porque Dios no es injusto como para olvidarse de lo que ustedes han hecho y del amor que le tienen él. Amor que ustedes le han demostrado al haber servido, y seguir sirviendo, a los creyentes.


La religión pura y sin defecto delante de Dios el Padre es esta: ayudar a los huérfanos y a las viudas en sus dificultades. Y, además, no dejarse dominar por la maldad del mundo.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos