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Mateo 22:18 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

18 Conociendo sus malas intenciones, Jesús respondió: ―¡Hipócritas! ¿Por qué me tienden trampas?

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

18 Pero Jesús, conociendo la malicia de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis, hipócritas?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

18 Pero Jesús conocía sus malas intenciones. —¡Hipócritas! —dijo—. ¿Por qué intentan atraparme?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

18 Jesús se dio cuenta de sus malas intenciones y les contestó: '¡Hipócritas! ¿Por qué me ponen trampas?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

18 Pero Jesús, conociendo la malicia de ellos, dijo: ¿Por qué me tentáis, hipócritas?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 Pero Jesús, conociendo su malicia, les dijo: '¿Por qué me tendéis trampas, hipócritas?

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Mateo 22:18
15 Referencias Cruzadas  

Con esta pregunta le estaban tendiendo una trampa, para tener de qué acusarlo. Pero Jesús se inclinó y con el dedo comenzó a escribir en el suelo.


No necesitaba que nadie le informara nada acerca de los demás, pues él conocía lo más íntimo de cada persona.


Pero Jesús supo lo que estaban pensando y les dijo: ―¿Por qué piensan así?


A los hijos de esa mujer los heriré de muerte. Así sabrán todas las iglesias que yo soy el que conoce a fondo la mente y el corazón. A cada uno de ustedes lo trataré de acuerdo con sus acciones.


―¿Por qué se pusieron de acuerdo para poner a prueba al Espíritu del Señor? —le dijo Pedro—. ¡Mira! Los que enterraron a tu esposo acaban de regresar y ahora te llevarán a ti.


Pero Jesús, dándose cuenta de sus malas intenciones, respondió:


En esto se presentó un experto en la Ley y, para poner a prueba a Jesús, le hizo esta pregunta: ―Maestro, ¿qué debo hacer para obtener la vida eterna?


Como Jesús sabía bien lo que pensaban, tomó a un niño y lo puso a su lado.


Mandó a otro, y a este lo mataron. Mandó a otros muchos, a unos los golpearon, a otros los mataron.


En ese mismo instante supo Jesús en su interior que esto era lo que estaban pensando. ―¿Por qué piensan así? —les dijo—.


Algunos fariseos se le acercaron y, para ponerlo a prueba, le preguntaron: ―¿Está permitido que un hombre se divorcie de su esposa por cualquier motivo?


Al enterarse de esto, Jesús se retiró de aquel lugar. Muchos lo siguieron, y él sanó a todos los enfermos,


Danos tu opinión: ¿Debemos pagar impuestos al césar o no?


Muéstrenme la moneda para el impuesto. Y se la enseñaron.


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