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Mateo 18:28 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

28 »Al salir, aquel siervo se encontró con uno de sus compañeros que le debía cien monedas de plata. Lo agarró por el cuello y comenzó a estrangularlo. “¡Págame lo que me debes!”, le exigió.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

28 Pero saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; y asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

28 »Pero cuando el hombre salió de la presencia del rey, fue a buscar a un compañero, también siervo, que le debía unos pocos miles de monedas de plata. Lo tomó del cuello y le exigió que le pagara de inmediato.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

28 Pero apenas salió el empleado de la presencia del rey, se encontró con uno de sus compañeros que le debía cien monedas. Lo agarró del cuello y casi lo ahogaba, gritándole: 'Págame lo que me debes.

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La Biblia Textual 3a Edicion

28 Pero al salir aquel siervo, halló a uno de sus consiervos que le debía cien denarios,° y agarrándolo, lo sofocaba, diciendo: ¡Si debes° algo, paga!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

28 Al salir, aquel siervo se encontró con uno de sus compañeros que le debía cien denarios; y, agarrándolo por el cuello, casi lo ahogaba mientras le decía: '¡Paga lo que debes!'.

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Mateo 18:28
15 Referencias Cruzadas  

El señor tuvo compasión de su siervo, le perdonó la deuda y lo dejó en libertad.


Su compañero se arrodilló delante de él. “Ten paciencia conmigo —le rogó— y te lo pagaré”.


Acordó darles la paga de un día de trabajo y los envió a su viñedo.


Vale más que el salario de un año de trabajo. Lo habríamos vendido y ayudado a los pobres. Y la criticaban fuertemente.


―Denles ustedes mismos de comer —contestó Jesús. ―¡Eso costaría casi un año de trabajo! —respondieron—. ¿Quieres que vayamos y gastemos todo ese dinero en pan para darles de comer?


Al día siguiente, sacó dos monedas de plata y se las dio al dueño de la posada. “Cuídemelo —le dijo—, y lo que gaste usted de más, se lo pagaré cuando yo vuelva”.


―Dos hombres le debían dinero a cierto prestamista. Uno le debía quinientas monedas de plata, y el otro cincuenta.


―Ni con el salario de casi un año de trabajo podríamos comprar suficiente pan para darle un pedazo a cada uno —respondió Felipe.


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