Mateo 12:31 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)31 Por eso les digo que a todos se les podrá perdonar todo pecado y toda ofensa, pero la ofensa contra el Espíritu no se le perdonará a nadie. Ver CapítuloMás versionesBiblia Reina Valera 196031 Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada. Ver CapítuloBiblia Nueva Traducción Viviente31 »Por eso les digo, cualquier pecado y blasfemia pueden ser perdonados, excepto la blasfemia contra el Espíritu Santo, que jamás será perdonada. Ver CapítuloBiblia Católica (Latinoamericana)31 Por eso yo les digo: Se perdonará a los hombres cualquier pecado y cualquier insulto contra Dios. Pero calumniar al Espíritu Santo es cosa que no tendrá perdón. Ver CapítuloLa Biblia Textual 3a Edicion31 Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia serán perdonados° a los hombres, pero la blasfemia° contra el Espíritu no será perdonada.° Ver CapítuloBiblia Serafín de Ausejo 197531 Por eso os digo: cualquier pecado y blasfemia se les perdonará a los hombres; pero la blasfemia contra el Espíritu no se les perdonará. Ver Capítulo |
¿Cuánto mayor castigo piensan ustedes que merece el que ha despreciado al Hijo de Dios? ¿Qué castigo recibirá el que ha rechazado la sangre de Cristo? Pues esa sangre es la del pacto por medio del cual había sido elegido por Dios. Quien así actúa ha insultado al Espíritu de Dios, quien nos ama, aunque no lo merezcamos.
Cuando creímos en Cristo, nuestro entendimiento recibió luz, recibimos un regalo especial de parte de Dios y entramos en compañerismo con el Espíritu Santo. Entendimos el buen mensaje de Dios y el poder que demostrará en el mundo en el cual viviremos después de la muerte. Así que es imposible que aquellos que han dejado de creer en Cristo renueven su arrepentimiento. Pues sería como volver a crucificar a Cristo, al Hijo de Dios, y exponerlo a la vergüenza pública.
Quizá haya algún hermano en la fe que esté cometiendo un pecado que no lleva a la muerte. Si alguno se da cuenta de esto, debe orar por aquel hermano, y Dios le dará vida. Me refiero a quien comete pecado que no lleva a la muerte. Hay pecado que sí lleva a la muerte, y en ese caso no digo que se ore por él.