Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





Mateo 11:11 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

11 Les aseguro que entre la gente no se ha levantado nadie más importante que Juan el Bautista. Sin embargo, el menos importante en el reino de los cielos es más importante que él.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

11 De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

11 »Les digo la verdad, de todos los que han vivido, nadie es superior a Juan el Bautista. Sin embargo, hasta la persona más insignificante en el reino del cielo es superior a él.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Yo se lo digo: de entre los hijos de mujer no se ha manifestado uno más grande que Juan Bautista, y sin embargo el más pequeño en el Reino de los Cielos es más que él.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

11 De cierto os digo: Entre los nacidos de mujeres, no ha sido levantado uno mayor que Juan el Bautista, pero el más pequeño en el reino de los cielos es mayor que él.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 Os lo aseguro: entre los nacidos de mujer, no ha surgido uno mayor que Juan el Bautista. Con todo, el más pequeño en el reino de los cielos es mayor que él.

Ver Capítulo Copiar




Mateo 11:11
31 Referencias Cruzadas  

De él hablan las Escrituras, diciendo: »“Yo estoy por enviar a mi mensajero delante de ti, el cual preparará tu camino”.


Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos ha venido avanzando contra viento y marea. Los que se esfuerzan logran aferrarse a él.


En aquellos días se presentó Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea.


»Yo los bautizo a ustedes con agua en señal de arrepentimiento. Pero el que viene después de mí es más poderoso que yo, y ni siquiera merezco llevarle las sandalias. Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego.


Todo el que desobedezca uno solo de estos mandamientos, aunque sea el menos importante, y enseñe a otros a hacer lo mismo será considerado el menos importante en el reino de los cielos. Pero el que los practique y los enseñe será considerado importante en el reino de los cielos.


porque él será un gran hombre delante del Señor. Jamás tomará vino ni licor, y será lleno del Espíritu Santo antes de su nacimiento.


Les digo que entre la gente no ha habido nadie más importante que Juan. Sin embargo, el menos importante en el reino de Dios es más importante que él».


―El que recibe en mi nombre a este niño —les dijo—, me recibe a mí. Y el que me recibe a mí recibe al que me envió. El que es menos importante entre todos ustedes, ese es el más importante.


Juan dio testimonio de él y a voz en cuello proclamó: «Este es aquel de quien yo decía: “El que viene después de mí es superior a mí, porque existía antes que yo”».


y que viene después de mí. Yo no soy digno ni siquiera de desatarle la correa de las sandalias.


Mucha gente llegaba hasta él y decía: «Aunque Juan nunca hizo ninguna señal milagrosa, todo lo que dijo acerca de este hombre era verdad».


A él le toca ser cada vez más importante, y a mí, menos.


Juan era una lámpara encendida y brillante, y ustedes quisieron disfrutar de su luz por algún tiempo.


Con esto se refería al Espíritu que habrían de recibir más tarde los que creyeran en él. Hasta ese momento el Espíritu no había sido dado, porque Jesús aún no había entrado en su gloria.


Creo que soy el más insignificante de los apóstoles. Y ni siquiera merezco ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios.


Por tanto, si tienen pleitos sobre algunos asuntos, ¿por qué nombran como jueces a personas que no cuentan para nada ante la iglesia?


En ese tiempo todos nosotros también vivíamos haciendo lo mismo. Nos dejábamos llevar por nuestros malos deseos, haciendo lo que queríamos y siguiendo nuestras propias ideas. Al igual que los demás, hacíamos enojar a Dios y merecíamos su castigo.


Yo soy el más insignificante de todos los creyentes. Sin embargo, recibí este privilegio inmerecido de predicar a las naciones acerca de las incontables bendiciones que Cristo nos puede dar.


Dios nos ha mostrado ese amor enviando a nuestro Salvador Cristo Jesús. Él venció a la muerte y nos mostró con su luz la vida eterna que tenemos al aceptar el mensaje de la buena noticia.


Y es que Dios había preparado algo mejor para nosotros. Por eso, no los hizo perfectos antes que a nosotros.


Los profetas, que anunciaron la salvación reservada para ustedes, la estudiaron cuidadosamente.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos