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Marcos 2:5 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

5 Al ver Jesús la fe de ellos, le dijo al paralítico: ―¡Hijo, tus pecados quedan perdonados!

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

5 Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Al ver la fe de ellos, Jesús le dijo al paralítico: «Hijo mío, tus pecados son perdonados».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Al ver la fe de aquella gente, Jesús dijo al paralítico: 'Hijo, se te perdonan tus pecados.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Viendo Jesús la fe de ellos, dice al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Cuando Jesús vio la fe de aquellos hombres dice al paralítico: 'Hijo, perdonados te quedan tus pecados'.

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Marcos 2:5
28 Referencias Cruzadas  

Unos hombres le llevaron un paralítico, acostado en una camilla. Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: ―¡Ánimo, hijo; tus pecados quedan perdonados!


Jesús se dio vuelta, la vio y le dijo: ―¡Ánimo, hija! Tu fe te ha sanado. Y la mujer quedó sana en aquel momento.


¿Qué es más fácil, decirle: “Tus pecados quedan perdonados”, o decirle: “Levántate y anda”?


Estaban sentados allí algunos maestros de la Ley, que pensaban:


―¡Hija, tu fe te ha sanado! —le dijo Jesús—. Vete en paz y queda sana de tu aflicción.


Al ver la fe de ellos, Jesús dijo: ―¡Amigo, tus pecados quedan perdonados!


―¡Hija, tu fe te ha sanado! —le dijo Jesús—. Vete en paz.


No necesitaba que nadie le informara nada acerca de los demás, pues él conocía lo más íntimo de cada persona.


Después de esto, Jesús lo encontró en el Templo y le dijo: ―Mira, ya has quedado sano. No vuelvas a pecar, no sea que te ocurra algo peor.


Cuando él llegó y vio las evidencias de la bondad de Dios, se alegró. Entonces animó a todos a seguir firmes en la obediencia al Señor.


escuchando a Pablo. Cuando Pablo vio que el hombre tenía fe para ser sanado,


Por su poder, Dios lo exaltó como Príncipe y Salvador, para que diera a Israel arrepentimiento y perdón de pecados.


Por eso hay entre ustedes muchos que están débiles y enfermos, y varios han muerto.


Si ustedes perdonan a alguien, yo también lo perdono. De hecho, si había algo que perdonar, lo he perdonado por consideración a ustedes. Cristo es testigo de que así es.


No merecíamos el amor que nos ha salvado por medio de la fe en Cristo. No es algo que nosotros hubiéramos logrado hacer; ¡es un regalo de Dios!


Ayúdense unos a otros, y perdonen a todo el que los ofenda. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes.


La oración de fe sanará al enfermo y el Señor lo levantará. Y, si ha cometido pecados, sus pecados se le perdonarán.


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