Marcos 1:23 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

²³ Había en la sinagoga un hombre que era controlado por un espíritu maligno. De repente, el espíritu gritó:

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

²³ Pero había en la sinagoga de ellos un hombre con espíritu inmundo, que dio voces,

Biblia Nueva Traducción Viviente

²³ De pronto, un hombre en la sinagoga, que estaba poseído por un espíritu maligno, gritó:

Biblia Católica (Latinoamericana)

²³ Entró en aquella sinagoga un hombre que estaba en poder de un espíritu malo, y se puso a gritar:

La Biblia Textual 3a Edicion

²³ Y en aquel momento estaba en la sinagoga de ellos un hombre con un espíritu inmundo, y chilló,

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²³ Había justamente en aquella sinagoga un hombre poseído de un espíritu impuro que comenzó a gritar:

Marcos 1:23 Referencias Cruzadas

Mateo 12:43

»Cuando un espíritu maligno sale de una persona, va por lugares áridos, buscando descanso sin encontrarlo.

Marcos 1:22

La gente se asombraba de su enseñanza, porque la presentaba como quien tiene autoridad, y no como los maestros de la Ley.

Marcos 1:24

―¿Por qué te metes con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo sé quién eres tú: ¡el Santo de Dios!

Marcos 1:29

Tan pronto como salieron de la sinagoga, Jesús fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés.

Marcos 1:34

Jesús sanó a muchos que sufrían diversas enfermedades. También echó fuera a muchos demonios, pero no los dejaba hablar porque sabían quién era él.

Marcos 1:39

Así que recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y echando fuera demonios.

Marcos 5:2

Tan pronto como desembarcó Jesús, un hombre controlado por un espíritu maligno le salió al encuentro de entre las tumbas.

Marcos 7:25

De hecho, muy pronto se enteró de su llegada una mujer que tenía una niña controlada por un espíritu maligno, así que fue y se arrojó a sus pies.

Marcos 9:25

Al ver Jesús que se juntaba mucha gente, reprendió al espíritu maligno. ―Espíritu sordo y mudo —dijo—, te mando que salgas y que jamás vuelvas a entrar en él.