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Lucas 22:52 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

52 Luego dijo a los jefes de los sacerdotes, a los capitanes del Templo y a los líderes judíos, que habían venido a arrestarlo: ―¿Acaso soy un bandido, para que vengan con espadas y palos?

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

52 Y Jesús dijo a los principales sacerdotes, a los jefes de la guardia del templo y a los ancianos, que habían venido contra él: ¿Como contra un ladrón habéis salido con espadas y palos?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

52 Entonces Jesús habló a los principales sacerdotes, a los capitanes de la guardia del templo y a los ancianos, que habían venido a buscarlo. «¿Acaso soy un peligroso revolucionario, para que vengan con espadas y palos para arrestarme? —les preguntó—.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

52 Jesús se dirigió después a los que habían venido a prenderlo, a los jefes de los sacerdotes, de la policía del Templo y de los judíos y les dijo: 'Tal vez buscan a un ladrón, y por eso han venido a detenerme con espadas y palos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

52 Y dijo Jesús a los principales sacerdotes, y magistrados del templo y a los ancianos que habían llegado° contra Él: ¿Como contra un bandido habéis salido con espadas y con garrotes?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

52 Dijo luego Jesús a los pontífices, a los oficiales de la guardia del templo y a los ancianos, que habían venido contra él: '¿Como contra un ladrón habéis salido con espadas y palos?

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Lucas 22:52
10 Referencias Cruzadas  

Este fue a los jefes de los sacerdotes y a los capitanes del Templo para tratar con ellos cómo les entregaría a Jesús.


Fue entonces el capitán con sus guardias y trajo a los apóstoles. Lo hizo sin hacer uso de la fuerza, pues tenían miedo de ser apedreados por la gente.


Mientras estaba con ellos, los cuidaba y los protegía mediante el nombre que me diste. Y ninguno se perdió sino aquel que eligió perderse, a fin de que se cumpliera la Escritura.


Y de inmediato dijo a la turba: ―¿Acaso soy un bandido, para que vengan con espadas y palos a arrestarme? Todos los días me sentaba a enseñar en el Templo, y no me arrestaron.


Todavía estaba hablando Jesús cuando llegó Judas, uno de los doce. Lo acompañaba una gran turba armada con espadas y palos, enviada por los jefes de los sacerdotes y los líderes del pueblo.


Pues les digo que tiene que cumplirse en mí aquello que dicen las Escrituras: “Y fue contado entre los malvados”. En efecto, lo que se ha escrito de mí se está cumpliendo.


―¡Déjenlos! —ordenó Jesús. Entonces le tocó la oreja al hombre y lo sanó.


Todos los días estaba con ustedes en el Templo, y no se atrevieron a ponerme las manos encima. Pero ya ha llegado la hora de ustedes, cuando reinan las tinieblas.


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