Lucas 1:68 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

⁶⁸ «Alabado sea el Señor, Dios de Israel, porque ha venido a liberar a su pueblo.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

⁶⁸ Bendito el Señor Dios de Israel, Que ha visitado y redimido a su pueblo,

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁶⁸ «Alaben al Señor, el Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁶⁸ Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁶⁸ Bendito el Señor Dios de Israel, Porque visitó e hizo redención a su pueblo,

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁶⁸ ' Bendito el Señor Dios de Israel, porque ha venido a ver a su pueblo y a traerle el rescate,

Lucas 1:68 Referencias Cruzadas

Lucas 1:71

Prometió que nos liberaría de nuestros enemigos y del poder de todos los que nos odian.

Lucas 19:44

Te derribarán a ti y a tus hijos dentro de tus murallas. No dejarán ni una piedra sobre otra, porque no reconociste el tiempo en que Dios vino a salvarte.

Lucas 2:38

Llegando en ese mismo momento, Ana dio gracias a Dios. Y comenzó a hablar del niño a todos los que esperaban la liberación de Jerusalén.

Lucas 24:21

Pero nosotros teníamos la esperanza de que era él quien liberaría a Israel. Es más, ya hace tres días que sucedió todo esto.

Lucas 7:16

Todos se llenaron de temor y alababan a Dios. ―Hay entre nosotros un gran profeta —decían—. Dios ha venido en ayuda de su pueblo.

Efesios 1:3

Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, pues nos ha dado en los cielos toda clase de bendiciones espirituales. Y eso ha sido posible gracias a Cristo.

Efesios 1:7

Al derramar su sangre, Cristo nos hizo libres y perdonó nuestros pecados, porque su amor es muy grande. No merecíamos tanto amor,

Hebreos 9:12

Cristo entró una sola vez y para siempre en el Lugar Santísimo. No entró con sangre de chivos y toros, sino con su propia sangre. Así logró para nosotros una liberación eterna.

1 Pedro 1:3

¡Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo! Por su gran misericordia, nos ha hecho nuevas personas y nos ha dado seguridad de que recibiremos sus promesas. Es como si nos hubiera hecho nacer de nuevo, y eso lo hizo por medio de la resurrección de Jesucristo.