Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





Juan 9:29 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

29 Y sabemos que a Moisés le habló Dios; pero de este no sabemos ni de dónde salió.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

29 Nosotros sabemos que Dios ha hablado a Moisés; pero respecto a ese, no sabemos de dónde sea.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

29 Sabemos que Dios le habló a Moisés, pero no sabemos ni siquiera de dónde proviene este hombre.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

29 Sabemos que a Moisés le habló Dios, pero ése no sabemos ni siquiera de dónde es.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

29 Nosotros sabemos que Dios ha hablado a Moisés, pero éste, no sabemos de dónde es.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

29 Nosotros sabemos que a Moisés le habló Dios; pero éste no sabemos de dónde es'.

Ver Capítulo Copiar




Juan 9:29
28 Referencias Cruzadas  

Pero, al oírlo los fariseos, dijeron: «Este no echa fuera a los demonios sino por medio de Beelzebú, príncipe de los demonios».


que declararon: ―Este hombre dijo: “Puedo destruir el Templo de Dios y reconstruirlo en tres días”.


Y comenzaron la acusación con estas palabras: ―Hemos descubierto a este hombre causando alboroto en nuestra nación. Se opone al pago de impuestos al césar y afirma que él es el Cristo, un rey.


La Ley fue dada por medio de Moisés, pero el amor inmerecido de Dios y la verdad nos han llegado por medio de Jesucristo.


Nosotros sabemos de dónde viene este hombre. Pero cuando venga el Cristo nadie sabrá de dónde viene».


Por eso Jesús, que seguía enseñando en el Templo, dijo: ―¡Con que ustedes me conocen y saben de dónde vengo! No he venido por mi propia cuenta, sino que me envió uno en quien se puede confiar. Ustedes no lo conocen,


―Aunque yo sea mi propio testigo —contestó Jesús—, mi testimonio es válido, porque yo sé de dónde he venido y a dónde voy. Pero ustedes no saben de dónde vengo ni a dónde voy.


Algunos de los fariseos comentaban: «Ese hombre no viene de parte de Dios, porque no respeta el sábado». Otros decían: «¿Cómo puede un pecador hacer semejantes señales milagrosas?». Y había desacuerdo entre ellos.


Los judíos llamaron por segunda vez al que había sido ciego y le dijeron: ―¡Da gloria a Dios! A nosotros nos consta que ese hombre es pecador.


―¡Allí está lo sorprendente! —respondió el hombre—: que ustedes no sepan de dónde salió, y que a mí me haya abierto los ojos.


La gente estuvo escuchando a Pablo hasta que pronunció esas palabras. Entonces levantaron la voz y gritaron: «¡Mátalo! ¡Ese hombre no merece vivir!».


Pero Dios me ha ayudado hasta hoy. Por eso me mantengo firme, hablando de esto a todos por igual. No he dicho sino lo que los Profetas y Moisés ya dijeron que sucedería:


»A este mismo Moisés, a quien habían rechazado diciéndole: “¿Y quién te nombró gobernante y juez?”, Dios lo envió para ser gobernante y libertador, mediante el poder del ángel que se le apareció en la zarza.


Dios habló en otras épocas a nuestros antepasados. Lo hizo por medio de los profetas en diversas ocasiones y de varias maneras.


Pero en estos días finales nos ha hablado por medio de su Hijo. A este lo hizo heredero de todo, y por medio de él creó el universo.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos