Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





Juan 8:46 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

46 ¿Quién de ustedes me puede probar que soy culpable de pecado? Si digo la verdad, ¿por qué no me creen?

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

46 ¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Pues si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis?

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

46 ¿Quién de ustedes puede, con toda sinceridad, acusarme de pecado? Y si les digo la verdad, ¿por qué, entonces, no me creen?

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

46 ¿Quién de ustedes encontrará falsedad en mí? Y si les digo la verdad, ¿por qué no me creen?

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

46 ¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Si digo verdad, ¿por qué vosotros no me creéis?

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

46 ¿Quién de vosotros puede demostrar que he pecado? Si yo digo la verdad, ¿por qué no queréis creerme?

Ver Capítulo Copiar




Juan 8:46
12 Referencias Cruzadas  

El bautismo de Juan, ¿era divino o humano? Ellos se pusieron a discutir entre sí: «Si respondemos: “divino”, nos dirá: “Entonces, ¿por qué no le creyeron?”.


Ellos se pusieron a discutir entre sí: «Si respondemos: “divino”, nos dirá: “Entonces, ¿por qué no le creyeron?”.


Ya no hablaré más con ustedes, porque viene el príncipe de este mundo. Él no tiene ningún dominio sobre mí.


Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor. Yo he obedecido los mandamientos de mi Padre, por eso permanezco en su amor.


Y, cuando él venga, convencerá al mundo de su error en cuanto al pecado, a la justicia y al juicio.


―¡Así que eres rey! —le dijo Pilato. Jesús le contestó: ―Yo soy rey, tal como tú lo has dicho. Yo para esto nací, y para esto vine al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que está de parte de la verdad escucha mi voz.


El que es de Dios escucha lo que Dios dice. Pero ustedes no escuchan, porque no son de Dios.


Y, como ellos insistían en preguntarle, Jesús levantó la mirada y les dijo: ―Aquel de ustedes que no haya cometido pecado, que tire la primera piedra.


Cristo no cometió pecado alguno, pero, por amor a nosotros, Dios lo trató como pecador, para declararnos justos por medio de Cristo.


Pues no tenemos un sumo sacerdote incapaz de entender nuestras debilidades. Al contrario, contamos con uno que ha sido tentado en todo de la misma manera que nosotros, pero él nunca pecó.


Nos convenía tener un sumo sacerdote así: santo, sin maldad, sin pecado, apartado de los pecadores y a quien se le ha dado el honor más alto en cielo.


«Él no cometió ningún pecado, ni de su boca salieron mentiras».


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos