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Juan 8:12 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

12 Una vez más Jesús se dirigió a la gente y les dijo: ―Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

12 Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 Jesús habló una vez más al pueblo y dijo: «Yo soy la luz del mundo. Si ustedes me siguen, no tendrán que andar en la oscuridad porque tendrán la luz que lleva a la vida».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Jesús les habló de nuevo diciendo: 'Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no caminará en tinieblas, sino que tendrá luz y vida.

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 De nuevo, pues, les habló Jesús, diciendo: Yo soy la luz del mundo.° El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Jesús les habló de nuevo: 'Yo soy la luz del mundo: el que me sigue no andará en las tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida'.

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Juan 8:12
31 Referencias Cruzadas  

»Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una montaña no puede esconderse.


luz que ilumina a las naciones y gloria de tu pueblo Israel».


―Ustedes van a tener la luz solo un poco más de tiempo —les dijo Jesús—. Caminen mientras tengan la luz, antes de que los envuelvan las tinieblas. El que camina en las tinieblas no sabe a dónde va.


Mientras tengan la luz, crean en ella, para que sean hijos de la luz. Cuando terminó de hablar, Jesús se fue y se escondió de ellos.


Yo soy la luz que ha venido al mundo, para que todo el que crea en mí no viva en tinieblas.


―Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí.


Esta es la causa de la condenación: que la luz vino al mundo, pero la humanidad prefirió las tinieblas a la luz, porque sus acciones eran malvadas.


El que esté dispuesto a hacer la voluntad de Dios reconocerá si mi enseñanza proviene de Dios o si yo hablo por mi propia cuenta.


Mientras esté yo en el mundo, luz soy del mundo.


Así nos lo ha mandado el Señor: »“Te he puesto como luz para las naciones, para que lleves mi salvación hasta el último rincón de la tierra”».


que el Cristo tendría que morir. Y que, por ser el primero en resucitar, le anunciaría a su propio pueblo y a los no judíos un mensaje de salvación».


Estos malvados son como una fuente sin agua, como niebla empujada por la tormenta. Para ellos Dios tiene reservado el castigo de una profunda oscuridad.


Dios ni siquiera perdonó a los ángeles cuando pecaron. Al contrario, los arrojó al abismo, donde reina la oscuridad. Allí estarán encadenados hasta el día del juicio.


No podemos afirmar que somos amigos de Dios y al mismo tiempo vivir en pecado. Es como decir que nos gusta la luz, pero vivimos en la oscuridad. En tal caso somos mentirosos y no ponemos en práctica la verdad.


Todos pueden ver sus actos vergonzosos, pues son como violentas olas del mar, que arrojan la espuma en la playa. Son como estrellas fugaces, condenadas para siempre a vagar en la más densa oscuridad.


También hubo ángeles que no mantuvieron su posición de autoridad, sino que abandonaron su propio hogar. A estos, Dios los mantiene siempre encarcelados en la oscuridad, en espera del gran día del juicio.


Las naciones caminarán a la luz de la ciudad. Y los reyes de la tierra le entregarán sus riquezas.


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