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Juan 4:6 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

6 Allí se encontraba el pozo de Jacob. Jesús, fatigado del camino, se sentó junto al pozo. Era cerca del mediodía.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

6 Y estaba allí el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó así junto al pozo. Era como la hora sexta.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Allí estaba el pozo de Jacob; y Jesús, cansado por la larga caminata, se sentó junto al pozo cerca del mediodía.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Allí se encuentra el pozo de Jacob. Jesús, cansado por la caminata, se sentó al borde del pozo. Era cerca del mediodía.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 en donde estaba la fuente de Jacob. Y Jesús, fatigado del camino, se sentó así sobre la fuente. Era como la hora sexta.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Allí estaba el pozo de Jacob. Jesús, fatigado del camino, se había sentado junto al pozo. Era alrededor de la hora sexta.

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Juan 4:6
12 Referencias Cruzadas  

Desde el mediodía, toda la tierra quedó en oscuridad hasta las tres de la tarde.


Después de ayunar cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.


De repente, se levantó en el lago una tormenta tan fuerte que las olas inundaban la barca. Pero Jesús estaba dormido.


Así que dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en la posada.


―Las zorras tienen cuevas y las aves tienen nidos —le respondió Jesús—. Pero el Hijo del hombre no tiene dónde recostar la cabeza.


―¿Acaso el día no tiene doce horas? —respondió Jesús—. El que anda de día no tropieza, porque tiene la luz de este mundo.


¿Acaso eres tú superior a nuestro antepasado Jacob, que nos dejó este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y su ganado?


por lo que llegó a un pueblo samaritano llamado Sicar. Ese pueblo estaba cerca del terreno que Jacob le había dado a su hijo José.


Sus discípulos habían ido al pueblo a comprar comida. En eso llegó a sacar agua una mujer de Samaria, y Jesús le dijo: ―Dame un poco de agua.


Ya conocen el gran amor que les tiene nuestro Señor Jesucristo. No lo merecían, pero él, aunque era rico, se hizo pobre para ayudarlos. Lo hizo para que, por medio de su pobreza, ustedes llegaran a ser ricos.


Por eso era necesario que en todo se pareciera a ellos. Lo hizo para ser un sumo sacerdote fiel y lleno de amor al servicio de Dios. De este modo pudo ofrecer un sacrificio para el perdón de los pecados del pueblo.


Pues no tenemos un sumo sacerdote incapaz de entender nuestras debilidades. Al contrario, contamos con uno que ha sido tentado en todo de la misma manera que nosotros, pero él nunca pecó.


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