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Juan 4:34 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

34 ―Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y terminar su obra —les dijo Jesús—.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

34 Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

34 Entonces Jesús explicó: —Mi alimento consiste en hacer la voluntad de Dios, quien me envió, y en terminar su obra.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

34 Jesús les dijo: 'Mi alimento es hacer la voluntad de aquel que me ha enviado y llevar a cabo su obra.

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La Biblia Textual 3a Edicion

34 Les dice Jesús: Mi comida es que Yo haga la voluntad del que me envió y termine su obra.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

34 Jesús les responde: 'Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y llevar a término su obra.

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Juan 4:34
21 Referencias Cruzadas  

Yendo un poco más allá, se arrodilló, se inclinó hasta tocar el suelo con su rostro, y oró: «Padre mío, si es posible, no me hagas beber este trago amargo. Pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú».


―Hagámoslo como te digo, pues nos conviene cumplir con lo que es justo —le contestó Jesús. Entonces Juan aceptó.


Jesús se levantó y fue con él, acompañado de sus discípulos.


Les digo que así mismo se alegran los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.


Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.


―¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que tengo que estar ocupado en los asuntos de mi Padre?


Yo te he dado la gloria en la tierra y he llevado a cabo la obra que me encomendaste.


Después de esto, como Jesús sabía que ya todo había terminado, y para que se cumpliera la Escritura, dijo: ―Tengo sed.


Al probar Jesús el vinagre, dijo: ―Todo se ha cumplido. Luego inclinó la cabeza y murió.


―Yo tengo un alimento que ustedes no conocen —respondió él.


Yo no puedo hacer nada por mi propia cuenta, solo juzgo según lo que oigo. Y mi juicio es justo, pues no busco hacer mi propia voluntad. Busco cumplir la voluntad del que me envió.


»El testimonio con que yo cuento tiene más peso que el de Juan. Las cosas que el Padre me ha encomendado que lleve a cabo, las estoy haciendo. Y son estas mismas acciones las que testifican que el Padre me ha enviado.


El pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo.


Pues he bajado del cielo no para hacer mi voluntad, sino la del que me envió.


El que me envió está conmigo. No me ha dejado solo, porque siempre hago lo que le agrada.


Con mi ejemplo les he mostrado que es necesario trabajar duro para ayudar a los necesitados. Recuerden las palabras del Señor Jesús: “Hay más gozo en dar que en recibir”».


Fijemos la mirada en la meta, que es Jesús, quien nos dio y perfeccionó nuestra fe. Él, por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, sin importarle la vergüenza que ella significaba. Y ahora está sentado en el sitio de más honor, al lado derecho del trono de Dios.


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