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Juan 17:19 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

19 Y por ellos mismos me entrego a ti, para que también ellos sean apartados por medio de la verdad.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

19 Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

19 Y me entrego por ellos como un sacrificio santo, para que tu verdad pueda hacerlos santos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

19 por ellos ofrezco el sacrificio, para que también ellos sean consagrados en la verdad.

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La Biblia Textual 3a Edicion

19 y por ellos Yo me santifico, para que también ellos sean santificados en verdad.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

19 Y por ellos me consagro a mí mismo, para que también ellos sean consagrados en la verdad.'

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Juan 17:19
24 Referencias Cruzadas  

Entonces, ¿por qué me acusan de ofender a mi Padre, quien me apartó para enviarme al mundo? ¿Tan solo porque dije: “Yo soy el Hijo de Dios”?


Nadie tiene amor más grande que el dar la vida por sus amigos.


Ustedes ya están limpios por la palabra que les he comunicado.


Apártalos para ti por medio de la verdad; tu palabra es la verdad.


»No ruego solo por estos. Ruego también por los que han de creer en mí por el mensaje de ellos,


Esta carta va dirigida a ustedes, que son la iglesia de Dios en Corinto. Ustedes han sido elegidos por Dios por medio de Cristo Jesús, para ser miembros de su santo pueblo. Y ese privilegio lo comparten con todos los que oran a nuestro Señor Jesucristo en todo lugar. Él es Señor de todos nosotros.


Todo esto es por el bien de ustedes. Es para que el amor inmerecido de Dios llegue a más y más personas. Así muchos darán gracias a Dios y le darán la gloria a él.


Yo le había dicho a Tito que me sentía orgulloso de ustedes. Y no me han hecho quedar mal. Al contrario, todo lo que le dijimos a Tito de ustedes fue verdad, tan cierto como todo lo que a ustedes les hemos dicho.


Ya conocen el gran amor que les tiene nuestro Señor Jesucristo. No lo merecían, pero él, aunque era rico, se hizo pobre para ayudarlos. Lo hizo para que, por medio de su pobreza, ustedes llegaran a ser ricos.


que han recibido. Esta buena noticia se está anunciando en todo el mundo y muchos la están aceptando. Así sucedió también con ustedes desde el día en que escucharon del amor inmerecido de Dios y lo aceptaron como verdad.


Dios no nos llamó a vivir haciendo lo malo, sino a vivir con santidad.


Así que todo lo soporto por el bien de los elegidos, para que también ellos alcancen la gloriosa y eterna salvación que tenemos en Cristo Jesús.


Él se entregó a la muerte por nosotros, para rescatarnos de toda maldad y limpiarnos de pecado y tener así un pueblo elegido, dedicado a hacer el bien.


¿Cuánto mayor castigo piensan ustedes que merece el que ha despreciado al Hijo de Dios? ¿Qué castigo recibirá el que ha rechazado la sangre de Cristo? Pues esa sangre es la del pacto por medio del cual había sido elegido por Dios. Quien así actúa ha insultado al Espíritu de Dios, quien nos ama, aunque no lo merezcamos.


Cristo nos hace santos ante Dios, y tanto él como nosotros tenemos un mismo Padre. Por eso, Cristo no se avergüenza de llamarnos hermanos


Las personas que por alguna falta eran consideradas no dignas de adorar a Dios eran rociadas con la sangre de chivos y de toros y con las cenizas de una novilla. Así eran perdonadas de su falta, de modo que quedaban limpias por fuera.


Por eso incluso el primer pacto se hizo válido al derramar la sangre de animales sacrificados.


Si Cristo hubiera tenido que hacer lo mismo, habría sufrido muchas veces desde la creación del mundo. Al contrario, ahora, al final de los tiempos, se ha presentado una sola vez y para siempre. De este modo, por medio de su propio sacrificio, acabó con el pecado.


Queridos hijos en la fe, si decimos que amamos, hagámoslo con sinceridad. ¡Demostremos con hechos que nuestro amor es verdadero!


Todo el que confía en que Cristo así lo hará deja de vivir pecando, porque Cristo no tiene pecado.


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