Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





Juan 14:2 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

2 En el hogar de mi Padre hay muchas viviendas; si no fuera así, ya se lo habría dicho a ustedes. Voy a prepararles un lugar.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

2 En el hogar de mi Padre, hay lugar más que suficiente. Si no fuera así, ¿acaso les habría dicho que voy a prepararles un lugar?

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

2 En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones. De no ser así, no les habría dicho que voy a prepararles un lugar.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si no, os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, ya os lo habría dicho; porque voy a preparar un lugar para vosotros.

Ver Capítulo Copiar




Juan 14:2
25 Referencias Cruzadas  

“Señor —le dijo luego el siervo—, ya hice lo que usted me mandó, pero todavía hay lugar”.


»Mis queridos hijos, poco tiempo me queda para estar con ustedes. Me buscarán, y lo que antes les dije a los judíos, ahora se lo digo a ustedes: Adonde yo voy, ustedes no pueden ir.


―¿Y a dónde vas, Señor? —preguntó Simón Pedro. Jesús le respondió: ―Adonde yo voy, no puedes seguirme ahora, pero me seguirás más tarde.


»Ya me han oído decirles: “Me voy, pero vuelvo a ustedes”. Si me amaran, se alegrarían de que voy al Padre, porque el Padre es más grande que yo.


Y les digo esto para que cuando llegue ese día se acuerden de que ya se lo había advertido. Sin embargo, no les dije esto al principio porque yo estaba con ustedes.


»Padre, quiero que los que me has dado estén conmigo donde yo estoy. Que vean la gloria que me diste porque me has amado desde antes de la creación del mundo.


Yo le mostraré cuánto tendrá que sufrir por mi nombre.


Nuestro cuerpo es como una tienda de campaña. Bien sabemos que, si esta tienda se destruye, Dios nos dará en el cielo un cuerpo mejor. Será un cuerpo parecido a un edificio, una casa eterna, no construida por manos humanas.


Porque Dios no nos eligió para castigarnos, sino para darnos salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo.


Tenemos confianza en que tendremos vida eterna, pues Dios, que no miente, así lo había prometido antes de la creación del mundo.


Abraham tenía la confianza de ver algún día la ciudad de firmes cimientos, de la cual Dios es arquitecto y constructor.


Pues aquí no tenemos una ciudad que dure para siempre, por eso buscamos la ciudad que está por llegar.


Jesús entró hasta allí por nosotros, para abrirnos camino. Por eso, llegó a ser sumo sacerdote para siempre, de la misma clase que Melquisedec.


Con esto el Espíritu Santo quiere darnos esta enseñanza: mientras el primer santuario aún exista como lugar de adoración, el paso hacia el Lugar Santísimo no está abierto a todos.


y a Jesucristo. Él es el que siempre dice la verdad, el primero en resucitar y el que gobierna sobre los reyes de la tierra. Él nos ama y al derramar su sangre nos ha librado de nuestros pecados.


Vi además la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, donde está Dios. La ciudad parecía una novia hermosamente preparada y vestida para su prometido.


Al vencedor le daré un lugar importante en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí. Sobre él escribiré el nombre de mi Dios. También escribiré el nombre de la nueva Jerusalén, ciudad de mi Dios. Esta ciudad baja del cielo de parte de mi Dios. Además, escribiré sobre él mi nombre nuevo.


Al vencedor le daré el derecho de sentarse conmigo en mi trono. Así como también yo vencí y me senté con mi Padre en su trono.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos