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Juan 14:13 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

13 Cualquier cosa que ustedes pidan en mi nombre, yo la haré. Así, por medio del Hijo, el Padre recibirá gloria.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

13 Pueden pedir cualquier cosa en mi nombre, y yo la haré, para que el Hijo le dé gloria al Padre.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Todo lo que pidan en mi Nombre lo haré, de manera que el Padre sea glorificado en su Hijo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 Y todo lo que pidáis en mi Nombre, eso haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 Y lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.

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Juan 14:13
36 Referencias Cruzadas  

Si ustedes creen, recibirán todo lo que pidan en oración.


»Pidan, y se les dará. Busquen, y encontrarán. Llamen, y se les abrirá.


Por eso les digo: Crean que ya han recibido todo lo que estén pidiendo en oración, y lo obtendrán.


»Así que yo les digo: Pidan, y se les dará. Busquen, y encontrarán. Llamen, y se les abrirá.


«El que cree en mí —clamó Jesús con voz fuerte—, cree no solo en mí, sino en el que me envió.


Cuando Judas salió, Jesús dijo: ―Ahora es cuando el Hijo del hombre recibe gloria y, por medio de él, Dios también recibe gloria.


Lo que pidan en mi nombre, yo lo haré.


―Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí.


No me eligieron ustedes a mí, sino que yo los elegí a ustedes. Y les encargué que vayan y den mucho fruto, un fruto que permanezca. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre.


Si permanecen en mí y mis enseñanzas permanecen en ustedes, pidan lo que quieran, y se les concederá.


En aquel día ya no me pedirán nada. Les aseguro que mi Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre.


En aquel día pedirán en mi nombre. Y no digo que voy a rogar por ustedes al Padre.


Pero les digo la verdad. Les conviene que me vaya porque, si no lo hago, el Consolador no vendrá a ustedes. En cambio, si me voy, se lo enviaré a ustedes.


Jesús contestó: ―Si supieras lo que Dios puede dar, y conocieras al que te está pidiendo agua, tú le pedirías a él. Y él te daría el agua que da vida.


Pero el que beba del agua que yo le daré no volverá a tener sed jamás. Al contrario, dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna.


Entonces Jesús afirmó: ―Les aseguro que el Hijo no puede hacer nada por su propia cuenta, sino solamente lo que ve que su Padre hace. Todo lo que hace el Padre, lo hace también el Hijo.


En el último día, el más importante de la fiesta, Jesús se puso de pie y dijo: ―¡Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba!


Por esta razón, el que habla en lenguas pida en oración el don de interpretar lo que diga.


Pues gracias a lo que él hizo podemos acercarnos al Padre por medio de un mismo Espíritu.


Gracias a él, por medio de la fe, disfrutamos de libertad y confianza para acercarnos a Dios.


Por esta razón me arrodillo delante del Padre,


Todo lo puedo soportar por medio de Cristo que me fortalece.


Y todo lo que hagan o digan, háganlo sabiendo que representan al Señor Jesús, y den gracias a Dios el Padre por medio de él.


Así que ofrezcamos continuamente a Dios, por medio de Jesucristo, un sacrificio de alabanza. Esta alabanza debe salir de los labios que confiesan que él es Señor.


Pues no tenemos un sumo sacerdote incapaz de entender nuestras debilidades. Al contrario, contamos con uno que ha sido tentado en todo de la misma manera que nosotros, pero él nunca pecó.


Por eso puede salvar por completo a los que se acercan a Dios por medio de él. Y puede hacerlo porque vive para siempre, y nunca dejará de hablar a Dios en favor de ellos.


Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará. Pues Dios la da a todos generosamente y sin reclamar nada.


Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del que es bueno y honesto es poderosa y eficaz.


él también los eligió como piedras vivas, con las cuales se está edificando ese templo espiritual. En ese templo ustedes llegan a ser sacerdotes elegidos por Dios, para ofrecer sacrificios espirituales, los cuales Dios acepta por medio de Jesucristo.


Si obedecemos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada, recibiremos lo que le pidamos.


Esta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que, si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye.


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