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Juan 12:38 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

38 Así se cumplió lo dicho por el profeta Isaías: «Señor, ¿quién ha creído a nuestro mensaje, y a quién se le ha revelado el poder del Señor?».

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

38 para que se cumpliese la palabra del profeta Isaías, que dijo: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? ¿Y a quién se ha revelado el brazo del Señor?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

38 Eso era precisamente lo que el profeta Isaías había predicho: «Señor, ¿quién ha creído nuestro mensaje? ¿A quién ha revelado el Señor su brazo poderoso?».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

38 Tenía que cumplirse lo dicho por el profeta Isaías: Señor, ¿quién ha dado crédito a nuestras palabras? ¿A quién fueron revelados los caminos del Señor?

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La Biblia Textual 3a Edicion

38 para que se cumpliera la palabra del profeta Isaías, que dijo: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? ¿Y a quién fue revelado el brazo del Señor?°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

38 Así se cumplía el oráculo que pronunció el profeta Isaías: Señor, ¿quién creyó en nuestro mensaje? ¿Y a quién se ha revelado el poder del Señor?

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Juan 12:38
24 Referencias Cruzadas  

¡Hipócritas! Tenía razón Isaías cuando profetizó acerca de ustedes:


―Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás —le dijo Jesús—, porque eso no te lo reveló ninguna persona, sino mi Padre que está en el cielo.


Lo crucificaron y repartieron su ropa, echando suertes.


A pesar de haber hecho Jesús todas estas señales milagrosas en presencia de ellos, todavía no creían en él.


Por eso no podían creer, pues también había dicho Isaías:


Pero esto sucede para que se cumpla lo que está escrito en la Ley de ellos: “Me odiaron sin motivo”.


Mientras estaba con ellos, los cuidaba y los protegía mediante el nombre que me diste. Y ninguno se perdió sino aquel que eligió perderse, a fin de que se cumpliera la Escritura.


―No la dividamos —se dijeron unos a otros—. Echemos suertes para ver a quién le toca. Y así lo hicieron los soldados. Esto sucedió para que se cumpliera la Escritura que dice: «Se repartieron entre ellos mi ropa, y sobre ella echaron suertes».


Sin embargo, no todos los israelitas aceptaron la buena noticia. Isaías dice: «Señor, ¿quién ha creído a nuestro mensaje?».


Luego Isaías se atreve a decir: «Dejé que me hallaran los que no me buscaban. Me di a conocer a los que no preguntaban por mí».


Sin embargo, para los que Dios ha llamado para ser salvos, sean judíos o no judíos, Cristo es el poder y la sabiduría de Dios.


me reveló a su Hijo para que yo hablara de él entre los no judíos. Cuando él me llamó no le pedí a nadie su opinión.


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