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Hechos 5:16 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

16 También de los pueblos vecinos llegaba a Jerusalén mucha gente. Llevaban personas enfermas y que sufrían a causa de espíritus malignos, y todas eran sanadas.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

16 Y aun de las ciudades vecinas muchos venían a Jerusalén, trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundos; y todos eran sanados.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

16 Multitudes llegaban desde las aldeas que rodeaban a Jerusalén y llevaban a sus enfermos y a los que estaban poseídos por espíritus malignos, y todos eran sanados.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

16 Acudían multitudes de las ciudades vecinas a Jerusalén trayendo a sus enfermos y a personas atormentadas por espíritus malos, y todos eran sanados.

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La Biblia Textual 3a Edicion

16 También de ciudades circunvecinas de Jerusalem concurría la multitud, trayendo enfermos y atormentados por espíritus inmundos, y todos eran sanados.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 Concurría también muchedumbre de gente de los alrededores de Jerusalén llevando enfermos y atormentados por espíritus impuros, y todos quedaban curados.

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Hechos 5:16
16 Referencias Cruzadas  

Cuando Herodes se dio cuenta de que los sabios se habían burlado de él, se enfureció. Por eso, mandó matar a todos los niños menores de dos años en Belén y sus alrededores. Esa era la edad que Herodes calculaba tendría el niño, según le dijeron los sabios.


Su fama se extendió por toda Siria. Por eso, le llevaban a todos los que sufrían diversas enfermedades y los que sufrían de dolores graves. También le llevaban a los endemoniados, los epilépticos y los paralíticos, y Jesús los sanaba.


Al atardecer, le llevaron muchos endemoniados, y con una sola palabra echó fuera a los espíritus, y también sanó a todos los enfermos.


Un día, mientras enseñaba, estaban sentados allí algunos fariseos y maestros de la Ley. Habían venido de todas las aldeas de Galilea y Judea y también de Jerusalén. Y el poder del Señor estaba con él para sanar a los enfermos.


Habían llegado para oírlo y para que los sanara de sus enfermedades. Los que sufrían por causa de espíritus malignos quedaban liberados.


Pero la gente se enteró y lo siguió. Él los recibió y les habló del reino de Dios. También sanó a los que lo necesitaban.


Les aseguro que el que cree en mí, las obras que yo hago también él las hará. Y aun las hará mayores, porque yo vuelvo al Padre.


Por eso, extiende tu mano para sanar y hacer milagros y maravillas mediante el nombre de tu santo siervo Jesús».


Era tal la cantidad de hombres y mujeres que hasta sacaban a los enfermos a las plazas y los ponían en camillas. Esperaban que, al pasar Pedro, por lo menos su sombra cayera sobre alguno de ellos.


El sumo sacerdote y todos sus seguidores, que pertenecían al grupo de los saduceos, se llenaron de envidia.


A otros les da fe, por medio del mismo Espíritu; a otros, y por ese mismo Espíritu, dones para sanar enfermos.


Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del que es bueno y honesto es poderosa y eficaz.


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