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Hechos 28:14 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

14 Allí encontramos a algunos creyentes que nos invitaron a pasar una semana con ellos. Y por fin llegamos a Roma.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

14 donde habiendo hallado hermanos, nos rogaron que nos quedásemos con ellos siete días; y luego fuimos a Roma,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 Allí encontramos a algunos creyentes, quienes nos invitaron a pasar una semana con ellos. Y así llegamos a Roma.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

14 Allí encontramos algunos hermanos que nos invitaron a quedarnos una semana con ellos, y así es como llegamos a Roma.

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 en donde hallamos hermanos, y fuimos invitados a permanecer con ellos siete días. Y así llegamos a Roma.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 donde hallamos unos hermanos que nos rogaron que nos quedáramos con ellos siete días. Y así, finalmente, llegamos a Roma.

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Hechos 28:14
17 Referencias Cruzadas  

»En cualquier pueblo o aldea donde entren, busquen a alguien que merezca recibirlos y quédense en su casa hasta que se vayan de ese lugar.


Por este motivo corrió entre los hermanos el rumor de que aquel discípulo no moriría. Pero Jesús no dijo que no moriría, sino solamente: «Si quiero que él permanezca vivo hasta que yo vuelva, ¿a ti, qué?».


Cierto día, se habían reunido como ciento veinte creyentes. Entonces Pedro se puso de pie en medio de ellos, y les dijo:


Mientras Apolos estaba en Corinto, Pablo recorrió las regiones montañosas y llegó a Éfeso. Allí encontró a algunos discípulos.


Pero nosotros salimos en barco de Filipos después de la fiesta de los Panes sin levadura. A los cinco días nos reunimos con los otros en Troas, y nos quedamos allí siete días.


Allí encontramos a los discípulos y nos quedamos con ellos siete días. Ellos, advertidos por el Espíritu del peligro que corría, le dijeron a Pablo que no subiera a Jerusalén.


Desde allí navegamos a lo largo de la costa y llegamos a Regio. Al día siguiente, el viento sopló desde el sur, y al segundo día llegamos a Poteoli.


Los creyentes de Roma, habiéndose enterado de nuestra situación, salieron hasta el Foro de Apio y Tres Tabernas a recibirnos. Al verlos, Pablo dio gracias a Dios y cobró ánimo.


―Nosotros no hemos recibido ninguna carta de Judea que tenga que ver contigo —le contestaron ellos—. Tampoco ha llegado ningún judío de allá con malos informes o que haya hablado mal de ti.


Elijan de entre ustedes a siete hombres, para encargarles esta responsabilidad. Deben ser gente de confianza, llenos del Espíritu y de sabiduría.


Cuando se enteraron de eso, los creyentes se lo llevaron a Cesarea y de allí lo mandaron a Tarso.


Quiero que sepan, hermanos en la fe, que muchas veces me he propuesto ir a visitarlos, pero me ha sido imposible. Me gustaría ir para hablarles, y así fortalecer a unos y convencer a otros, tal como lo he hecho entre las otras naciones.


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