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Hechos 27:4 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

4 Luego salimos de Sidón y navegamos protegidos del viento por la isla de Chipre, porque los vientos soplaban contra nosotros.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

4 Y haciéndonos a la vela desde allí, navegamos a sotavento de Chipre, porque los vientos eran contrarios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Desde allí nos hicimos a la mar y nos topamos con fuertes vientos de frente que hacían difícil mantener el barco en curso, así que navegamos hacia el norte de Chipre, entre la isla y el continente.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Partiendo de allí nos desviamos hacia Chipre, pues los vientos eran contrarios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 De allí nos hicimos a la vela, y navegamos a sotavento de Chipre, porque los vientos eran contrarios.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 De allí nos hicimos a la mar y navegamos al abrigo de Chipre, porque los vientos eran contrarios.

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Hechos 27:4
10 Referencias Cruzadas  

Había un levita llamado José, nacido en Chipre, al que los apóstoles llamaban Bernabé, que significa: «El que trae consuelo».


Durante muchos días la navegación fue lenta, y a duras penas llegamos frente a Gnido. El viento aún soplaba en nuestra contra, por lo que no seguimos el rumbo trazado. Entonces navegamos protegidos del viento por la isla de Creta, frente a Salmona.


Algunos de los discípulos de Cesarea nos acompañaron y nos llevaron a la casa de Mnasón, donde íbamos a alojarnos. Este era de Chipre, y uno de los primeros discípulos.


Después de ver a lo lejos la costa sur de la isla de Chipre, navegamos hacia Siria. Luego llegamos a Tiro, donde el barco tenía que descargar.


Esto produjo entre ellos un conflicto tan serio que acabaron por separarse. Bernabé se llevó a Marcos y abordaron un barco rumbo a Chipre.


Bernabé y Saulo, enviados por el Espíritu Santo, bajaron a Seleucia, y de allí navegaron a Chipre.


En la madrugada, vio que los discípulos hacían grandes esfuerzos para remar, pues tenían el viento en contra. Se acercó a ellos caminando sobre el lago, con la idea de pasar de largo.


y la barca ya estaba bastante lejos de la tierra, sacudida por las olas, porque el viento le era contrario.


Un día subió Jesús con sus discípulos a una barca. ―Crucemos al otro lado del lago —les dijo. Así que salieron


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