Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





Hechos 23:6 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

6 Pablo, sabiendo que algunos de ellos eran saduceos y los demás fariseos, alzó su voz y dijo ante el tribunal: ―Amigos israelitas, yo soy fariseo de pura cepa. Me están juzgando porque he puesto mi esperanza en la resurrección de los muertos.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

6 Entonces Pablo, notando que una parte era de saduceos y otra de fariseos, alzó la voz en el concilio: Varones hermanos, yo soy fariseo, hijo de fariseo; acerca de la esperanza y de la resurrección de los muertos se me juzga.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Pablo se dio cuenta de que algunos miembros del Concilio Supremo eran saduceos y que otros eran fariseos, por lo tanto, gritó: «Hermanos, ¡yo soy fariseo, al igual que mis antepasados! ¡Y estoy en juicio porque mi esperanza está en la resurrección de los muertos!».

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Pablo sabía que una parte de ellos eran saduceos y la otra fariseos. Así que declaró en medio del Sanedrín: 'Hermanos, yo soy fariseo e hijo de fariseos. Y ahora me están juzgando a causa de nuestra esperanza, a causa de la resurrección de los muertos.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

6 Entonces Pablo, percibiendo que una parte era de saduceos y otra de fariseos, dijo a gran voz en el Sanedrín: Varones hermanos, yo soy fariseo,° hijo de fariseos. ¡Acerca de la esperanza de la resurrección de los muertos se me juzga!

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Sabiendo Pablo que una parte era de saduceos y la otra de fariseos, exclamó en medio del sanedrín: 'Hermanos, yo soy fariseo, hijo de fariseos. Por la esperanza en la resurrección de los muertos estoy siendo juzgado'.

Ver Capítulo Copiar




Hechos 23:6
17 Referencias Cruzadas  

»Los envío como ovejas en medio de lobos. Por tanto, sean astutos como serpientes y sencillos como palomas.


Ese mismo día los saduceos, que decían que no hay resurrección, se le acercaron y le plantearon un problema:


Pero, al ver que muchos fariseos y saduceos llegaban adonde él estaba bautizando, les dijo: «¡Nido de víboras! ¿Quién les dijo que huyeran del castigo que se acerca?


«Yo soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero criado en esta ciudad. Aprendí a obedecer la Ley de nuestros antepasados bajo la dirección del maestro Gamaliel. Me esforcé mucho por servir a Dios, como cualquiera de ustedes lo hace hoy día.


Al día siguiente, el comandante quería saber con exactitud de qué acusaban los judíos a Pablo. Así que lo desató y mandó que se reunieran los jefes de los sacerdotes y todos los del tribunal. Luego llevó a Pablo y lo presentó ante ellos.


De esto son testigos el sumo sacerdote y todos los líderes del tribunal. Ellos incluso me dieron cartas de autorización para que nuestros amigos judíos de Damasco me ayudaran. Y fui allá con el fin de traer presos a Jerusalén a los creyentes que encontrara, para que fueran castigados.


Pablo se quedó mirando fijamente al tribunal y dijo: ―Amigos israelitas, hasta hoy yo he actuado delante de Dios con toda buena conciencia.


Ahora, pónganse de acuerdo con el tribunal y pídanle al comandante que traiga al prisionero. Díganle que necesitan información más precisa sobre su caso. Nosotros estaremos listos para matarlo en el camino.


―Los judíos se han puesto de acuerdo. Le pedirán que mañana lleve a Pablo ante el tribunal. Dirán que desean obtener información más precisa acerca de él.


Apenas dijo esto, surgió una discusión entre los fariseos y los saduceos. Así que la reunión quedó dividida.


Tengo la misma esperanza que estos hombres tienen. Es decir, que Dios hará resucitar a los justos y a los injustos.


Lo único que podrían señalar es lo que dije en presencia de ellos. Dije: “Es por creer en la resurrección de los muertos que hoy me juzgan delante de ustedes”».


Por este motivo he pedido verlos y hablar con ustedes. Me han encadenado por tener la misma esperanza que tiene todo Israel.


Pues fui circuncidado al octavo día de haber nacido, y soy del pueblo de Israel, de la tribu de Benjamín. Me considero más hebreo que cualquier hebreo y, si de cumplir la Ley se trata, fui fariseo.


Y sabemos que lo hacen porque están seguros de la recompensa que Dios les dará en el cielo. Esta seguridad la obtuvieron al escuchar el verdadero mensaje, que es la buena noticia


Confiamos en esa promesa como si fuera la firme y segura ancla de un barco. Así como el ancla mantiene al barco en un solo lugar, nosotros no abandonaremos nuestra fe. Es una fe que penetra hasta detrás de la cortina del lugar más santo del templo.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos