Hebreos 5:8 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

⁸ Aunque era Hijo, mediante el sufrimiento aprendió a obedecer.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

⁸ Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia;

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁸ Aunque era Hijo de Dios, Jesús aprendió obediencia por las cosas que sufrió.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁸ Aunque era Hijo, aprendió en su pasión lo que es obedecer.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁸ Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió° la obediencia,

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁸ Y aun siendo Hijo, aprendió, padeciendo, a obedecer

Hebreos 5:8 Referencias Cruzadas

Filipenses 2:8

Al hacerse hombre, se humilló a sí mismo y fue obediente hasta la muerte, ¡y muerte en una cruz!

Juan 4:34

―Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y terminar su obra —les dijo Jesús—.

Juan 15:10

Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor. Yo he obedecido los mandamientos de mi Padre, por eso permanezco en su amor.

Juan 6:38

Pues he bajado del cielo no para hacer mi voluntad, sino la del que me envió.

Hebreos 3:6

Cristo, como Hijo de Dios, es obediente al guiar al pueblo de Dios que somos nosotros. Y continuaremos siendo su pueblo si nos mantenemos seguros y confiando con orgullo en nuestra salvación.

Hebreos 1:8

Pero, cuando habla del Hijo, dice: «Tu trono, oh Dios, permanece para siempre, y tu gobierno es un reino de justicia.

Hebreos 1:5

Porque, Dios jamás le ha dicho a un ángel lo siguiente: «Tú eres mi Hijo; hoy mismo me he convertido en tu Padre». Y, en otro lugar de las Escrituras, dice: «Yo seré su Padre, y él será mi Hijo».

Mateo 3:15

―Hagámoslo como te digo, pues nos conviene cumplir con lo que es justo —le contestó Jesús. Entonces Juan aceptó.

Hebreos 1:2

Pero en estos días finales nos ha hablado por medio de su Hijo. A este lo hizo heredero de todo, y por medio de él creó el universo.

Juan 10:18

Nadie me la arrebata, sino que yo la entrego por mi propia voluntad. Tengo autoridad para entregarla, y tengo también autoridad para volver a recibirla. Este es el mandamiento que recibí de mi Padre».