Hebreos 3:10 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

¹⁰ Por eso me enojé con aquella gente, y dije: “Es un pueblo desobediente, que no quiere seguir mis caminos”.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

¹⁰ A causa de lo cual me disgusté contra esa generación, Y dije: Siempre andan vagando en su corazón, Y no han conocido mis caminos.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁰ Por eso, estuve enojado con ellos y dije: “Su corazón siempre se aleja de mí. Rehúsan hacer lo que les digo”.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁰ durante cuarenta años. Por eso me cansé de aquella generación y dije: 'Siempre andan extraviados, no han conocido mis caminos.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁰ Por lo cual, estuve airado con aquella generación, Y dije: Siempre se extravían en su corazón, Y no han conocido mis caminos.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁰ durante cuarenta años. Por eso aquella generación me disgustó y dije: 'Siempre andan desviados en sus corazones, y no aprendieron mis caminos'.

Hebreos 3:10 Referencias Cruzadas

Mateo 20:24

Cuando lo oyeron los otros diez, se enojaron con los dos hermanos.

Marcos 3:5

Jesús se les quedó mirando. Estaba enojado y entristecido por su falta de compasión, y le dijo al hombre: ―Extiende la mano. Así que la extendió, y la mano le quedó curada.

Juan 8:45

Y sin embargo a mí, que les digo la verdad, no me creen.

Romanos 1:28

Además, pensaron que no valía la pena reconocer a Dios. Por eso, él los ha dejado hacer todo lo que su malvada mente los llevara a hacer. Así que, han hecho lo que no debían hacer.

Romanos 3:7

Alguien podría decir: «Si mi mentira hace la verdad de Dios más clara y así aumenta su gloria, ¿por qué todavía se me juzga como pecador?

Efesios 4:30

No hagan que el Espíritu Santo de Dios se ponga triste por su mala conducta. Pues el Espíritu es como un sello que ustedes llevan en su cuerpo. Con ese sello serán reconocidos como propiedad de Dios cuando llegue el día de su salvación final.

Hebreos 3:12

Hermanos en la fe, cuídense de tener una mente que solo piensa en el pecado, que no cree y que los hace apartarse del Dios vivo.